Los estudios aseguran que una persona promedio pasa al menos una tercer parte de su vida en la cama: entre el tiempo que pasamos dormidos y el que pasamos dando vueltas tratando de conciliar el sueño. Y entonces ¿por qué no le prestamos más importancia a dormir bien y aprender a descansar?
El doctor de la Universidad de Stanford Seiji Nishino, un nipón que lleva 30 años investigando sobre como lograr el descanso completo, podría tener las claves para que amanezcamos tan frescos como sea posible.
En su libro ‘El arte del descanso‘, el japonés habla de las dificultades provocadas por el insomnio, el cansancio, el madrugar y las insuficientes horas en la cama.
Estas son cuatro de sus recomendaciones para que te despiertes lleno de energía.
Despiértate con tiempo
El doctor nos explica que todos tenemos dos ciclos de sueño que conviven alternativamente, uno es el ciclo REM y no REM (NREM). El primero es más ligero y con sueños, mientras que el siguiente es profundo. Si cuando suena tu alarma te sientesaturdido, es posible que te hayan sacado del REM. Para evitarlo, programa una 20 minutos antes de que te tengas que parar y otra cuando nos te debas despertar.
Deja que entre un poco de luz en la habitación
Nuestros ojos están equipados con proteínas sensibles a la iluminación. Cuando se activan, dirigen la liberación de la melatonina, una hormona que regula las horas de descanso. Por eso es importante que nuestros ojos vean los rayos de luz, eso es una manera de indicarle a nuestro cerebro de que es momento de despertar.
Camina con los pies descalzos
Una buena manera de facilitar la vigilia es reducir la temperatura externa de la piel. Aunque hay muchas formas de hacerlo, el doctor recomienda que pisemos el suelo frío con los pies descalzos. Esto porque allí existen terminaciones nerviosas que ayudan a regular de la temperatura.
Mastica
Estudios recientes han demostrado que también está estrechamente relacionado con el desarrollo neuronal. Con esta acción bucal, el nervio trigémino envía una señal al cerebro, y al hacerlo repetidamente, lo activa y fortalece las vías de comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso.
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