QUÉ HA PASADO
• Carmen quiere regresar a España enseguida.
• Víctor se disculpa con Kiros y quiere que siga con él.
• Julia vive una crisis en su vida y en el taller.
Las cosas se ponen muy mal para Julia, ya que la empresa de transportes que habían contratado para llevar los muebles les ha dejado tirados. La mujer se ve obligada a pedir ayuda a Sergio, dejando en manos de sus trabajadores la responsabilidad de que el pedido esté preparado a tiempo.
Además, sigue discutiendo con Elena, y más tras el fracaso de la entrega al distribuidor. “Ya sé que no me perdonas que te haya despedido, pero era la única solución para el negocio”, explica Julia.
Sin embargo, la sustitución de Sergio en el taller no está dando el resultado esperado. Al margen de su novia, toma una decisión que hará tambalear su relación con ella.
En Guinea, alguien avisa a la guardia colonial de que en la fábrica de Francisco se realizan movimientos extraños. Patricia sugiere que interroguen al teniente Serralvo, el oficial que ordenó el registro.
Por su parte, Carmen ha decidido irse de la colonia, pero aún tiene una conversación pendiente con su padre, que trata de convencerla de que se quede y retome su compromiso con Víctor. Sin embargo, cuando habla con Kiros vuelven aflorar sentimientos.
Mientras tanto, Alicia descubre en la librería dinero y documentos de Ventura que fueron robados de su caja fuerte. Solo ha podido ser su esposa, que termina confesando. “Lo que más me preocupa es que Ángel se entere”, reflexiona con temor.
En casa de los Vélez de Guevara, Inés sufre una recaída física y empieza a sospechar. “Creo que están envenenándome con la comida”, dice.
En el pueblo, tras una pelea con Tirso por el desastre del Día de la tapa, Erick se plantea marcharse. La cosas con Cloe tampoco están bien, y todo se complica cuando aparece su madre, Olga, con la que tiene cuentas pendientes. “Yo la he llamado”, le dice su tío. La mujer se convierte en la comidilla de Robledillo.
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