QUÉ HA PASADO
• Zehra teme que Hazar ponga fin a su matrimonio.
• Yaren sueña con Harun.
• Dilsah pide a Miran que encuentre a Azra.
Azize descubre la trampa que le ha preparado Cihan para implicarla en la muerte de Harun, y lo confronta: “Tu hombre ha hablado. Si intentas culparme a mí es porque o eres el asesino o lo proteges. Lo averiguaré”. Pero él finge su inocencia. En la mansión, Zehra encuentra a Dilsah acunando a su bebé, que llora. “Puedes cogerla, no te preocupes”, le dice buscando un acercamiento con ella. Aprovecha también para disculparse: “Perdóname por haberte mentido”.
Seyda avisa a Handan de que Yaren no está bien
Empeñada en vengar la muerte de su hijo, Füsun ordena cavar tres tumbas en el cementerio mientras decide quién pagará por ello. “No toques a los míos”, la amenazauna vez más Mahfuz. Más tarde, la señora llama a Azize para comunicarle su decisión: “Esta noche cumpliré mi venganza”. Temiendo por las vidas de Miran y Hazar, la destronada Aslanbey corre a la residencia de los Sadoglu, donde Reyyan la informa de que su esposo no está: “Ha ido al aeropuerto a buscar a la hija de Dilsah”. Al verla tan alterada,la joven se preocupa.
Ajenos a todo, Azra y su hermano se conocen por fin y mantienen una amigable charla durante el trayecto hasta la mansión, donde la chica va a reencontrarse con su madre. Lo que no sospechan es que Füsun ha ordenado a uno de sus hombres que los mate. Handan recibe una llamada de Seyda. “Yaren no está bien”, le dice el sirviente. Sin perder tiempo, la mujer se acerca hasta el palacio Aslanbey, donde encuentra a su hija hablando otra vez con Harun.
Lejos de allí, Azize, desesperada en busca de una solución, se cita con su enemiga pero acaba maniatada y amordazada, por lo que decide utilizar su último as. “Tu hija está viva y solo yo sé dónde se encuentra. Ahora mismo corre peligro. La recuperarás a cambio de mi nieto”, exige a Füsun, quien, sin salir de su asombro, intenta comunicarse con el asesino que va a arrollar con un camión el vehículo conducido por Miran. Pero ya es tarde…
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