Hace unos días, Kiko Matamoros entraba en quirófano para someterse a una operación de vesícula. Aparentemente, una intervención sencilla de la que no tardó en recuperarse. Sin embargo, un día después una complicación en la operación hizo que tuviera que ser ingresado de urgencia por una pancreatitis. Días después, el colaborador continua en el hospital debido a estas complicaciones que han derivado al parecer en una infección de hígado. Y todo ello, en medio de una guerra con su hija Anita Matamoros.
Y es que, según informaron desde ‘Sálvame’, no ha sido una pancreatitis lo que ha hecho que Kiko haya tenido que volver al hospital, si no una infección que los médicos han tenido complicaciones para saber de dónde venía. Fue Omar Suárez, el reportero del programa, quien informó en la puerta del hospital que «procede del hígado«.
«El lunes pasado, cuando le extirpan la vesícula por laparoscopia, le tenían que hinchar de oxígeno el abdomen. Costó muchísimo meter ese aire en el abdomen y esto produjo un daño en los conductos del hígado. Hubo hemorragia y, para evitarla, lo que hicieron fue coser y ahí ha surgido el problema», explicó el periodista. «Se ha producido una cicatriz interna que está supurando, y es ahí donde está la infección», aclaró añadiendo que se está tratando con un antibiótico del que tendrán que esperar unas 48/78 horas para saber si está haciendo efecto.
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