Amigo personal del rey Juan Carlos, Aga Khan IV es uno de los principales apoyos de la infanta Cristina en Ginebra. Empezó trabajando para él, además de para la obra Social La Caixa, a media jornada coordinando la agenda cultural de la Fundación Aga Khan. Desde que abandonó La Caixa, en enero de 2020, después de casi 26 años, trabaja ya solo para él.
Nacido en Ginebra en 1936 como príncipe Shah Karim al-Hussayni, Karim Aga Khan IV, es el primer hijo de Ali Khan y su primera esposa, la princesa Tajuddawlah, de la que se divorció para casarse con Rita Hayworth, un matrimonio de cuento de hadas que revolucionó la imaginación de toda una generación, y con quien tuvo a su única hija, Yasmin. Fue su abuelo quien le nombró heredero, saltándose la línea de sucesión, porque pensaba que había que modernizar la dinastía. Su padre falleció posteriormente en un accidente de tráfico. Aga Khan se convirtió en imán en 1957, con tan solo 20 años. Es el líder espiritual de los ismaelitas, un credo que profesan más de 20 millones de musulmanes de la rama chií, minoritaria, del islam. Su título fue otorgado por primera vez en el siglo XIX por el emperador de Persia al tatarabuelo del actual Aga Khan, que se había casado con su hija. Aga Khan IV estudió Historia islámica en la Universidad de Harvard.
https://www.instagram.com/p/CNW_v0-nVPf/
Una publicación compartida de Shahi Ismailia (@shahi_ismailia)
Su vida sentimental ha sido algo movida, aunque sólo se ha casado dos veces: en 1969 con la modelo inglesa Sarah Croker, de la que se divorcio tras 25 años de matrimonio y con quien tuvo tres hijos, entre ellos su heredero; y con la princesa alemana Gabriele de Leningen, que le dió un cuarto hijo. Fue ella quien pidió el divorcio al descubrir que él le era infiel, según cuenta “Vanity Fair”, con la azafata de su avión privado. Después de un largo juicio que terminó en 2014, tuvo que pagar 60 millones de euros, el divorcio más caro de la historia de Francia, donde vivía el matrimonio en el castillo de Chantilly. Luego Aga Khan tuvo un idilio con la alemana Beatrice von der Schulenburg. Gabriele, por su parte, subastó sus joyas, en 2016, por 20 millones de euros.
A pesar de este divorcio, la fortuna del Aga Khan no resultó dañada: roza los 1000 millones de dólares, según Forbes. Su Fundación solidaria cuenta con 80.000 empleados en 30 países. Su objetivo es mejorar las condiciones de vida en África, Oriente Medio y Asia. Pero también posee empresas rentables en el sector de la energía, la aeronáutica y la hostelería de lujo y cientos de caballos de carreras, su gran pasión, un club náutico, una isla en Las Bahamas e inmuebles por todo el mundo.
A principios de los años sesenta compró una finca salvaje en Cerdeña y la convirtió en Porto Cervo, un complejo de lujo respetuoso con la naturaleza, que se fue un rincón exclusivo para el veraneo de la jet durante años. Hoy Aga Khan ya no veranea allí: se cansó de su casa de 3000 metros cuadrados, con puerto privado y rodeada de bosque, y la vendió. Quizá porque la edad le pide otro tipo de entornos. Hace un tiempo, trasladó su residencia a Lisboa, Portugal, a un palacete de principios del siglo XX, que le costó 12 millones de euros. Allí también ha fijado la sede de su emporio. Su sucesor será su segundo hijo, el príncipe Rahim Aga Khan.
Fuente: Leer Artículo Completo