Hoy era un día señalado en la agenda de la joven princesa Leonor. Después de cumplir 14 años ha viajado a Barcelona para asistir a un nuevo acto oficial, el de la entrega de Premios Princesa de Girona. Un acto no exento de incertidumbre al encontrarse la ciudad en una situación delicada que ha requerido de fuertes medidas de seguridad. Esta mañana sin embargo la Familia Real al completo ha acudido sin incidencias al primer acto de esta entrega de premios, la recepción de todos los galardonados.
La asistencia por primera vez de las jóvenes infantas ha sido lo que más expectación ha causado. Las hermanas han aparecido sonrientes y tranquilas con dos conjuntos muy diferentes pero respetando la misma gama cromática, un recurso al que la reina Letizia recurre últimamente para vestir a sus hijas en los actos oficiales.
La infanta Sofía ha llevado un sencillo pero original vestido bicolor. De cuello a la caja y manga larga, la parte superior era de un tono azul celeste mientras que la inferior era de un sobrio azul marino. Un diseño de lo más favorecedor que combinaba a la perfección con el de su hermana. Un vestido de efecto tweed en diferentes tonos de azul claro que contrastaba con los remates en azul marino.
Las dos han llevado las mismas bailarinas en azul oscuro y el mismo peinado. Un semi recogido de mechones retorcido que la princesa Leonor ha llevado a la vista y que su hermana ha preferido ocultar debajo de su melena.
El color de las infantas destacaba todavía más en compañía de su madre que ha elegido uno de sus tonos favoritos, el rojo, para vestir un traje de chaqueta de pantalón acampanado con aberturas firmado por Roberto Torretta y zapatos y cartera de mano a juego. Todavía nos queda la entrega de premios de esta tarde para saber si la reina y las infantas recurrirán de nuevo a colores opuestos para sus looks.
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