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El 17 de abril, Mary-Kate Olsen entregó los papeles del divorcio con su marido, Olivier Sarkozy, en el juzgado de Nueva York, pero debido a la crisis sanitaria global, todos los procedientos no urgentes están parados.
El motivo de esta petición fue impedir que la exactriz y fundadora de la firma The Row tuviese que abandonar su residencia actual el pasado 18 de mayo. La afectada pidió una prórroga hasta el 20 de mayo para sacar todas sus pertenencias, pero fue rechazada. Sería esta la única preocupación de Olsen, pues tendría asegurados todos sus bienes gracias a un acuerdo prenupcial, que le asegura una fortuna de 250 millones de dólares.
Lo que hasta ahora desconocíamos eran los verdaderos motivos de la ruptura entre ambos. Una fuente le contó a la publicación People que las diferencias entre ambos se habrían acrecentado debido a que Sarkozy, que ya tuvo descendencia con su exmujer Charlotte Bernard, no quiso volver a ser padre. "Hace algunos años, tener hijos no era una prioridad para ella. Pero esto ha cambiado". Y añadió: "Olivier tiene dos hijos mayores y no quiere tener más. Mary-Kate pensó que él iba a ceder en eso pero no lo hizo".
Pero esa no fue la única explicación que esta fuente dio para su ruptura. "A Olivier le encanta la fiesta y gastar. Le encantan los lujos. Pero Mary-Kate prefiere la soledad y el silencio, y hacer las cosas que le gustan. No está interesada en socializar; prefiere las reuniones pequeñas con gente selecta. Y esto los acabó alejando", zanjó esta fuente.
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