Cada momento de la vida requiere una cosmética diferente y, lamentablemente, en los procesos de quimioterapia se ha de tener muy en cuenta esta circunstancia, porque provocan una bajada de las defensas que afecta también a la piel, con efectos muy visibles y molestos. A la hora de combatirlos conviene tener mucha cautela con la cosmética que se utiliza mientras duren la sesiones de quimio y durante los dos o tres meses después que necesitará la piel para regenerarse, rehidratarse y sanar.
Este tipo de tratamiento oncológico provoca que la dermis se vuelva más sensible y deshidratada, puede adquirir un color cetrino, tener rojeces, prurito e incluso que aparezcan manchas. En circunstancias normales, para combatir estos problemas hay cientos de cremas, pero cuando se pasa por un proceso así no se recomienda aplicarse cualquier cosmético, hay que extremar las precauciones y realizar siempre una consulta previa con el dermatólogo. En todo caso, se deben evitar los productos que contengan alcohol, corticoides o ingredientes hormonales, salvo que haya prescripción médica.
Tanto en la cara como en el cuerpo los especialistas aconsejan usar cosméticos calmantes y suaves y eliminar completamente, hasta que la piel se haya recuperado, las cremas exfoliantes y las que contengan ácidos. Suelen pautarse fórmulas que incluyan en su composición aloe vera o árnica, porque tienen el poder de paliar las molestias e irritaciones de la piel. También es importante que incorporen ácido hialurónico, que es uno de los mejores activos para recuperar la hidratación y contrarrestar la tirantez de la piel que ha sido sometida a este tratamiento oncológico.
La recuperación de la elasticidad es básica cuando hay prurito o descamación, porque si no la piel puede acabar teniendo grietas, así que no viene mal aplicarse varias veces al día una crema muy nutritiva tanto en rostro como en cuerpo. Además, es absolutamente prioritario utilizar un fotoprotector, haga sol o esté nublado, para que no se produzcan quemaduras sobre una piel ya dañada por el tratamiento de quimioterapia.
Y una cosa más, para que la dermis se regenere lo antes posible, además de usar productos de limpieza (mejor un agua micelar que un gel o un jabón) e hidratantes suaves, evita el agua caliente.
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