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A la hora de reservar alojamiento, busca siempre hoteles o casas que compartan esa responsabilidad con el medio ambiente. Por ejemplo, que utilicen energías limpias o que apuesten por los productos de temporada en su oferta gastronómica. Existen diversas certificaciones de turismo sostenible a las que pueden adherirse agencias, turoperadores y hoteles. Algunas de ellas son Travel Life, Biosphere o Rainforest Alliance.
Un destino ideal, por ejemplo, es Lanzarote. Allí el ecoturismo es una prioridad y fue el primer destino del mundo en obtener la certificación Biosphere Responsible Tourism, que reconoce, aprueba y acredita a la isla como referente mundial en lo que a turismo sostenible se refiere.
Para llegar a tu destino, elige medios de transporte poco contaminantes. El tren es la mejor opción si dispones de tiempo y disfrutas observando los paisajes. Una vez allí, intenta desplazarte andando o en bicicleta. No imprimas billetes y reservas. Ahora casi siempre te dan la posibilidad de acceder a esa documentación con el teléfono móvil.
Contribuye con la economía local. Compra en tiendas pequeñas e intenta hacer las comidas en restaurantes de la zona.
Respeta la flora y la fauna. No tires basura al suelo ni arranques plantas autóctonas. En la habitación, apaga luces, calefacción y aire acondicionado cuando no los utilices. Da igual que lo hayas pagado, ten una mentalidad generosa con el medio ambiente.
Sé respetuosa con el entorno. Hay que buscar causar el menor impacto posible en la comunidad, respetando siempre sus costumbres, tanto culturales como religiosas.
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