Los actos de investidura de los presidentes de EE.UU – celebrados cada cuatro años el día 20 de enero-, se han convertido en citas marcadas en rojo para la ciudadanía. Y no solo por la importancia con la que cuentan dentro del terreno político y social, es ahí donde el presidente, tras ser elegido un par de meses atrás en las urnas, jura su cargo de forma oficial, sino también por la relevancia que, desde hace varios años, tienen para un sector como la moda.
Y es que a pesar de que indudablemente es el nuevo gobernante del país norteamericano el que acapara todas las miradas y atención de los medios de comunicación, son sus parejas, en calidad de primeras damas, las que a veces sin quererlo consiguen convertirse en el foco de atención. Las elecciones suponen una verdadera declaración de intenciones por su parte, no solo a nivel estilístico sino también político. El color, la forma del diseño o los complementos elegidos buscan lanzar un mensaje al público. Y lo consiguen.
A lo largo de los años hemos visto elecciones muy variopintas, algunas de ellas siguen siendo referentes años después, otras, en cambio, quedaron en el olvido. Una encuesta realizada por la compañía OnBuy Clothes entre más de 3.000 fashionistas ha determinado que Michelle Obama ha sido la mejor vestida, seguida de cerca por Hilary Clinton.
Aquí el ranking completo de aquellas primeras damas que conquistaron desde el primer día:
Un delicado vestido de gasa en tono blanco, un único tirante y detalles florales diseñado por Jason Wu fue la elección con la que, ya desde un primer momento, conquistó al público.
El morado, color con gran simbolismo dentro de la política, fue la elección de Hilary gracias a un espectacular diseño de Sarah Phillips repleto de pedrería.
Una de las más exitosas, un verdadero icono de estilo. Jackie eligió el color blanco, en concreto un vestido de gasa de seda sin mangas con corpiño bordado con hilos plateados que destacaba bajo la espectacular capa.
La ex actriz brilló aquel 20 de enero de 2017 con un elegante vestido en delicado color blanco, detalle de abertura lateral y múltiples capas de Hervé Pierre.
Un llamativo vestido de Nettie Rosenstien fue la elección de Mamie en 1953.
Fue una de las tomas de posesión más atípicas que se recuerda, la renuncia de Nixon provocó todo ello.
Sencillez y elegancia, así deslumbró Roosevelt en 1933 con un vestido de Sally Milgrim.
John Moore fue el elegido por Johnson para la ocasión. El creador diseño un llamativo vestido en color amarillo, una apuesta arriesgada para 1965.
El blanco volvió a ser la elección de la primera dama para este día histórico. En este caso, Nancy eligió un vibrante diseño de James Galanos.
Una elección brillante, en el sentido más literal, con el rojo, el encaje y la pedrería como grandes protagonistas.
La mujer de Richard Nixon optó por un conjunto de dos piezas donde destacaban los detalles de pedrería y las líneas muy marcadas.
Comenzaba el 1977 y Rosalynn Carter decidió elegir un conjunto de dos piezas, el primero hasta la fecha. En este caso era en delicado tono turquesa y estaba firmado por Mary Matise.
Un vestido sencillo, con detalles de encaje y delicada caída fue el encargado de hacer brillar a Hoover el día de la toma de posesión.
Barbará optó por el color y azul y se enfundó en un diseño de Arnold Scaasi con gran volumen y detalles aterciopelados.
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