Irene Montero: “Pablo asume una parte de las tareas de la casa, como yo las mías”

Irene Montero es una de esas personas que nada más verla te das cuenta de que sabe lo que quiere y cómo, siendo la seguridad una de sus características más acusadas. La misma de la que hace gala en la tribuna de oradores del Congreso, o se sienta frente a mí para hablar de aspectos de su vida que no son los habituales: el amor por sus padres, por sus hijos, por su pareja, y cómo no, el papel de la mujer en la sociedad actual o del mismísimo Rey Juan Carlos.

Es la Ministra de Igualdad más joven de la democracia, y huelga decir que es también una de las que con más coraje defiende las ideas que la llevaron a afiliarse a las Juventudes Comunistas a los 15 años.

Irene, ¿le ha sorprendido la marcha del Rey Juan Carlos?

Creo que, con la situación de emergencia que estamos viviendo, es indigno que Juan Carlos I se haya ido en lugar de arrimar el hombro ante esta crisis, y además sin rendir cuentas ante los españoles.

¿Cómo cree que afectará a la Monarquía lo que está ocurriendo?

Creo que para la mayoría de la gente es imposible separar al Rey Juan Carlos y sus supuestos casos de corrupción de la Institución monárquica. No es creíble distinguir entre Juan Carlos y la familia Borbón.

Con la crisis que tenemos, ¿no cree que el referéndum monarquía-república es el menos urgente?

No cabe duda de que la intención del Rey Felipe VI al dejar de pagar a su padre y renunciar a la futura herencia ha sido desligarse de la posible corrupción, pero la responsabilidad del Gobierno es velar para que no existan casos de corrupción y por la transparencia y la limpieza de nuestras instituciones democráticas.

Hábleme de su familia: ¿qué valora más de lo que sus padres hicieron por usted?

No sé si quiero más a mis padres ahora que yo soy madre, pero desde luego sí valoro más lo que son y lo que fueron. Mi padre, que falleció recientemente, era muy generoso, leal a su gente y lleno de amor, y creo que eso es también parte de lo que soy.

¿Son valores que le gustaría inculcar a sus hijos?

No lo dudes: que vivan con amor, es lo mejor que puedo dar a mis hijos, que estén con gente que les quiera a la que quieran y que les haga valorar la belleza de la vida, las ganas de vivir, la esperanza, porque todo eso tiene también su traducción política. Yo no me habría metido en política si no me hubiesen inculcado valores como la esperanza y el amor por la vida.

¿En qué le ha cambiado la maternidad?

La maternidad no te hacer ser otra persona, pero el día a día cambia mucho, la posibilidad de improvisar, de hacer planes a largo plazo, organizar tu vida, algo que ahora no puedo hacer al estar al frente del Ministerio de Igualdad, porque mis tres hijos tienen unos horarios y una rutina que quiero respetar y compartir.

Sentimientos que supongo habrán aflorado con la llegada de sus tres pequeños..

Sobre todo porque he descubierto lo que es el amor incondicional, más que nada porque la primera maternidad no fue fácil. Compatibilizar el amor a mis hijos con el miedo que supone ser madre primeriza, me provocó mucha impaciencia. Yo ya sabía que era impaciente pero la maternidad me ha hecho saber que lo soy mucho más, por lo que tengo que ejercitar más la paciencia.

¿Es difícil compatibilizar el papel de madre con el de ministra de Igualdad?

No me queda más remedio que organizarme y no dejar paso a la improvisación.Tengo la suerte de contar con un equipo que me organiza la agenda, y que son de mucha ayuda. Después está el papel fundamental que juegan los abuelos, con los que en España tenemos una deuda muy grande, sobre todo la gente de mi generación porque son nuestros padres y abuelos los que se encargan de sus nietos cuando nosotros no podemos hacerlo, y los que han sostenido y sostienen el cuidado de los nietos, a veces de forma invisible y no reconocida socialmente.

¿Que Pablo se cogiera la baja por paternidad significa que los hombres han cambiado?

Yo creo que es el primer político que ha hecho eso. No sólo eso, Pablo asume su parte en las tareas de la casa, como yo las mías, como no puede ser de otra manera con tres hijos y la vida que tenemos. Claro que los hombres han cambiado, pero nuestra sociedad no ha entendido lo importante que son las tareas de cuidados, desde fregar hasta la salud.

¿Está preparada la sociedad para asumir estos roles?

Claro que sí, los datos nos dicen que nuestra sociedad tiene que entender que debe existir un sistema público de cuidados que ayude a las personas necesitadas en condiciones de dignidad, para que las mujeres no tengan que abandonar sus trabajos para cuidar a sus mayores o a sus hijos, ni pedir reducción de jornadas.

¿Cómo consiguen quitarse el traje de políticos cuando llegan a su casa?

A veces lo conseguimos y otras no. No es fácil porque en los últimos meses hemos vivido situaciones de mucha intensidad en las que el teléfono tiene que estar siempre disponible. También es verdad que los niños ayudan porque te obligan a desconectar. Cuando hay criaturas que quieren jugar, merendar o bañarlos…o te centras o no te centras.

¿Cuándo fue la última vez que salió a cenar a solas con Pablo?

No solemos salir porque nos gusta más estar en nuestra casa, con nuestros amigos, ya que al ser Pablo tan conocido, preferimos la intimidad de casa.

¿Cómo lleva que desde hace meses tenga gente en su puerta insultándoles?

Mal, se lleva mal porque no están ahí para hacer una reivindicación política, están ahí para insultarnos, para molestar a nuestros hijos. No es una manifestación contra el Gobierno o el Ministerio de Igualdad, no. Vienen a intentar ocupar nuestro espacio de intimidad como es nuestra casa, vienen para que nos sintamos incómodos. Es una situación anómala en una democracia.

¿Qué diferencia hay entre los escraches que ustedes defendían y esto?

Los escraches son movilizaciones puntuales, avaladas por la Justicia, esto es diferente porque está claro que contra nosotros vale todo.

¿Han intentado hablar con los representantes políticos de quienes promueven estas acciones?

Los que vienen saben lo que hacen, y hay formaciones políticas que en medio de una situación tan crítica, la peor en cien años, creen que la crispación o la generación de odio puede serles útil. Una cosa es la crítica y otra alentar el odio. Nosotros crecimos siendo críticos con la corrupción y los privilegios. Alentar el odio no favorece a nadie, es más, estoy convencida de que lo que moviliza a las sociedades es la esperanza.

El 15M prometió acabar con la casta.

Hemos demostrado en todos estos años que podemos cometer errores, pero a nosotros no se nos compra. Hemos llegado al Gobierno sin pedir dinero a los bancos. Hemos crecido sin ninguna ayuda de poderosos. Estamos para defender nuestras ideas políticas y con todos nuestros defectos, lo que decimos lo hacemos. Decimos que somos partidarios de la sanidad y la educación pública, y que no queremos que un 75% de las residencias de mayores sean privadas…

¿Qué sintió cuando participó en su primer Consejo de ministros?

He de decirte que la intensidad de lo que estamos viviendo los últimos años y en concreto en este periodo en el que soy ministra, me ha originado sentimientos mucho más apegados a la realidad de lo que podría pensarse.

No me ha contestado.

El primer día no pensaba en eso, pero hemos tenido la sensación de mucha responsabilidad porque le habíamos dicho a la gente que era posible gobernar, que era posible recuperar el Ministerio de Igualdad, y aquí estamos, en este edificio que antes era de la familia Botín.

“Con mis hijos he descubierto el amor incondicional”

¿Qué prioridades se marcó al entrar por esa puerta?

La primera de todas, la ley de Libertad Sexual, con la idea de que esa ley suponga una gestión integral que reconozca que hay muchas formas de violencia, no sólo entre las parejas, lo que supone el reconocimiento de que las mujeres sufren agresiones machistas, máxime en tiempos de confinamiento.

¿Cree que se puede acabar con los crímenes machistas?

Cuando comenzó el confinamiento éramos conscientes de que aumentaría la violencia de género, es la razón por la que la primera Ley que aprobamos fue garantizar la atención a las víctimas de violencia de género, porque creemos que es un servicio esencial.

Sobre el feminismo, algunas socialistas históricas están en contra de lo que ustedes predican. ¿No han desencadenado una polémica innecesaria?

No, porque cada vez más mujeres saben que el feminismo es una herramienta útil cuando lo es para todas las mujeres. Claro que es importante llegar a estar donde se toman las decisiones, pero lo es mucho más preocuparse por todas las mujeres e implicarlas en una labor contra la precariedad en el empleo, contra la temporalidad, los sueldos más bajos… la redistribución de la riqueza, del tiempo y de los cuidados a las personas mayores.

¿Esas teorías son compatibles con el #Metoo?

Por supuesto, es la esencia del feminismo.

¿Qué opina de que en Estados Unidos 150 intelectuales se hayan posicionado contrael “activismo progresista”?

Siempre que las mujeres conquistan derechos hay un movimiento de reacción. La sociedad se ha dado cuenta de su propia vulnerabilidad y en un contexto como el actual, la agenda del movimiento feminista está más vigente que nunca.

¿En Unidas Podemos nunca dan un paso atrás?

Podemos darlos, pero los derechos no son regalos, se conquistan con los movimientos de mayorías sociales, peleando por la jornada de ocho horas, por el derecho al divorcio, el fin de la esclavitud….Me siento muy identificada con el feminismo porque reivindica la memoria, el no olvidar, el no despreciar a las que han vivido antes.

A la gente le asusta el futuro inmediato. ¿Cómo luchar contra el miedo?

Es cierto, Rosa, esta crisis ha puesto de manifiesto que las personas somos vulnerables, no somos invencibles… Ni con todo el oro del mundo una sola persona puede pagar la Sanidad Pública, los equipos médicos, la formación del personal, pero la solución no son los recortes ni las privatizaciones.

¿Cuál es entonces?

Más inversión en Sanidad, en Educación, en el cuidado de las personas de forma pública. El acuerdo conseguido recientemente en Europa es una manifestación de lo que tenemos que hacer, dejar atrás una política de austeridad. En esto incluyo también el reconocimiento a las profesiones. ¿Cuántos años llevamos sin preguntarnos quién limpia los quirófanos?

O el culo de nuestros mayores o de nuestros hijos…

Exacto. Esta crisis nos pone encima de la mesa que o nos cuidamos o confiamos en la capacidad de construir en común una Sanidad fuerte. Lo que hay que proteger son los derechos, independientemente de dónde hayas nacido, y procurar evitar que la educación se convierta en un negocio.

¿Hay que dotar de más presupuesto la Ley de Dependencia?

La consecuencia de los problemas en la Ley de Dependencia por falta de dinero se han visto en esta crisis, en las condiciones laborales de las trabajadoras a domicilio.De ahí la necesidad de un plan de contingencia para las víctimas de género, víctimas de trata y personas mayores sin recursos.

“Pablo asume una parte de las tareas de la casa, como yo las mías”

Estamos en pleno rebrote del Covid-19. ¿Qué hemos hecho mal?

Creo que está siendo una pandemia a la que no hay que tenerle miedo pero hay que tenerle respeto, como dice el ministro de Sanidad. Son muchas las personas que han muerto y han llenado de dolor a las familias españolas con un impacto muy fuerte en el sector sanitario. El compromiso de todos tiene que ser hacer lo posible por reforzar ese sector, al habernos dado cuenta de nuestra vulnerabilidad, con un tercio de la humanidad confinada en sus casas.

¿Qué sintió cuando le dijeron que tenía el coronavirus: miedo, ansiedad, qué?

Como madre, tenía miedo a que les pasase algo a los que más quiero, a mis hijos, a mi pareja, y también a mi madre. Deseo que cambie la sociedad, que no se olviden los aplausos a los sanitarios, a todos los que nos han permitido seguir adelante en momentos muy difíciles.

Cuando José Bono supo que Cospedal tenía el virus, la llamó. ¿A quién llamaría usted?

Cuando nacieron mis hijos de forma prematura, Pablo Casado y su mujer que también habían tenido un hijo prematuro, estuvieron muy en contacto con nosotros. Nos llamó mucha gente como el Rey y la Reina, personas de todas las formaciones políticas. Y lo agradecí mucho, pero también quiero decir que en esta crisis he visto cruzar determinadas líneas rojas que nunca se habían traspasado.

¿Cómo se explica que haya más crispación en el Congreso que en la calle?

Porque es mucho más fácil destruir, sembrar el odio, que ejercer responsabilidad.

¿A qué persona de consenso elegiría para atemperar los ánimos?

No se trata de pensar cómo reconducir las relaciones personales, que para eso no nos han elegido, porque nuestra responsabilidad como políticos es promover políticas públicas que hagan la vida mejor a los ciudadanos, que garanticen la protección de la gente, los empleos, la atención a los necesitados, para que el nivel de frustración no afecte a la gente.

Dos personas tan dispares como Fraga y Carrillo, aparecieron juntos en momentos críticos.

En estas fechas, con las noticias que están saliendo del Borbón, hay algunos mitos de la Transición que se están cayendo. Pero la política como la democracia son correlaciones de fuerzas, es negociar y ceder, es cierto, pero sin caer en trampas.

¿Usted se tomaría un café con Cayetana Álvarez de Toledo?

Nunca se ha dejado de construir consensos políticos, ya que a mí me pagan por tomar un café o una comida con mis adversarios políticos si es necesario, con el fin de llegar a acuerdos para aprobar una ley.

¿En qué temas sociales le gustaría que hubiera acuerdos con otras fuerzas políticas que no le son afines?

-No todas las formaciones políticas son partidarias de lo público, algunas piensan y así lo han demostrado cuando han gobernado, que lo privado funciona mejor que lo público y nosotros pensamos que la iniciativa privada cumple su función, pero no consigue la igualdad de oportunidades necesaria de los ciudadanos. En definitiva, como el dinero público no es infinito, tenemos que defender los derechos de los ciudadanos a no ser discriminados por su cuna, su salud, su formación o situación económica. En Estados Unidos, si no eres rico y te diagnostican un cáncer, tienes que endeudarte para toda la vida.

¿Esta satisfecha con el acuerdo económico del Eurogrupo?

Creo que es un acuerdo histórico que deja atrás una década de políticas de austeridad y recortes. El resultado de estos últimos diez años es que los ricos son cada vez más ricos y la clase trabajadora ha quedado más empobrecida.

En el Consejo de Ministros, ¿hay machismo?

Lo hay en todas partes. No conozco ningún espacio ni de la política ni de la sociedad en la que no haya machismo, por eso trabajamos, por eso tiene sentido un Ministerio de Igualdad.

¿Qué queda de la Irene Montero del 15 M?

Todo, yo no renuncio a nada de lo que he vivido: la voluntad de cambiar las cosas permanece. Hemos aprendido mucho, con dolores y alegrías, a veces con golpes muy duros.

¿Han pagado un alto precio por gobernar?

Sí, por estar en política y por estar en el Gobierno de coalición. De nosotros han dicho de todo, nada han podido probar, a veces la vulnerabilidad está relacionada con la impunidad.

Quién es Irene Montero

Nació en Madrid, el 13 de febrero de 1988. Hija de un empleado de mudanzas y de una educadora.

Estudios: Estudió en el Colegio concertado Siglo XXI del madrileño distrito de Moratalaz. Y bachiller, en el centro concertado Montserrat. Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Master en Psicología de la Educación

Trayectoria: A los 15 años, se afilió a las juventudes comunistas (UJCE), y empezó a formar parte de distintos movimientos ciudadanos como el 15-M. Participó en Chile en marchas de estudiantes como Cumbre Alternativa La Hora de los Pueblos, además de trabajar como dependienta en una cadena de electrónica y electrodomésticos. En 2014 se une a Podemos desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Diputada de Podemos por Madrid, fue portavoz de esa formación en la XI Legislatura. En 2019 renueva su escaño y es nombrada Ministra de Igualdad por el presidente Pedro Sánchez.

Familia: Es pareja de Pablo Iglesias, con quien tiene tres hijos, los mellizos Leo y Manuel, y Aitana.

La foto favorita de Irene Montero

“Esta foto me gusta porque mi padre me enseñó a disfrutar y amar la belleza de la naturaleza y de la vida”.

Breves preguntas a grandes respuestas

¿Qué música le gusta?

Rozalén, porque les encanta a mis niños, Silvio Rodríguez, Leonard Cohen…

¿Le gusta la moda?

He aprendido a que me guste, procuro adecuar la ropa al cargo que tengo, sabiendo que es parte de lo que transmites.


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