Rocío Carrasco señala directamente a Antonio David Flores como el principal culpable de que la relación que mantenía con su hijo esté prácticamente rota. Pese al distanciamiento con su primogénita, la hija de Rocío Jurado siguió manteniendo relación con David hasta el 23 de julio de 2015. Según el testimonio que ha dado en el último capítulo de su serie documental, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, Antonio David Flores fue poco a poco sometiendo a su hijo a un “chantaje emocional” para lograr que no quisiera volver a ver a su madre. Algunos de estos episodios se producían cuando el excolaborador de ‘Sálvame’ acudía a ver a su hijo al colegio.
“Yo a David no le he dejado que me cuente nada de su padre. En alguna de esas ocasiones, en las que le digo que pare de contarme cosas de su padre, quería contármelo. El padre lo que hacía cuando la niña ya no vivía conmigo, era irse a ver al hijo al colegio durante el periodo que me tocaba a mí. Lo esperaba a la salida o entre clase y clase”, asegura la presentadora.
“Al niño le hacía dos cosas. Una era un chantaje emocional. Le decía cosas como: ‘Te tienes que venir con nosotros, tu hermana te echa mucho de menos, Rocío tiene muchas ganas de verte’. En un niño como David, este chantaje es mucho más importante y más cruel hacerlo”, recuerda haciendo referencia a los problemas de su hijo. “Por otra parte, le decía que, si su madre le castigaba, que se lo dijera, que, si le decía algo, que se lo dijera… Yo no le insisto al niño en que me cuente más cosas porque de una manera tengo que encontrar la forma de autoprotegerme. Me veía en la necesidad de ver por dónde venían los tiros”.
Como ejemplo, Carrasco ha rememorado un día en el que Antonio David acudió junto a su hija al colegio de David para pedirle que le transmitiera un demoledor mensaje. “Uno de esos días me dice: ‘Mamá, ¿a qué no sabes quién ha venido hoy al colegio? No te lo vas a creer’. Yo le contesté que había ido su padre. Me contesta: ‘Papá con Ro y me ha dicho que te diga: Dile a tu madre que va a llorar lágrimas de sangre, que hasta que no la meta en la cárcel, no voy a parar’’”.
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