Octavi Pujades: ‘‘A mis padres casi les da un patatús cuando dije que me quería dedicar a la interpretación»

Octavi Pujades, de 47 años, lleva media vida delante de las cámaras, pero antes de dedicarse de pleno a la interpretación, el actor catalán estudió Medicina. Se sacó la carrera, aprobó el MIR y tenía plaza para empezar su residencia de Psiquiatría cuando la televisión se cruzó en su camino. En 2001 entró en ‘Al salir de clase’ y ya no hubo escapatoria. Ahora protagoniza ‘Oh Mami’ en el Teatro Amaya de Madrid, una divertidísima comedia coral con mucha miga. Lejos de los focos, Octavi es un tipo feliz. Le encanta entrenar, la vida sana, disfrutar de sus dos hijos adolescentes y de su novia, la actriz y fotógrafa Anna Senan, a la que quiere con locura.

Vuelves a las tablas. ¿Cuéntanos qué nos vamos a encontrar en ‘Oh Mami’?
Es una comedia muy divertida, pero además trata temas que no se han tocado mucho, como el disfrute femenino. Mi personaje se llama Jordan y es un masajista americano. Un tipo excelente, pero que esconde un secreto. ¡Tenéis que venir a verla!

«Estaba preparándome el MIR y, sin proponérmelo, me cogieron para una serie»

En esta profesión has tocado todos los palos, ¿con cuál te quedas?
Con el teatro, aunque es el medio que más impone. La conexión con el público es única, yo me sigo poniendo nervioso cuando salgo a escena. Al principio quizás te atrae más la televisión porque el ‘feedback’ de la gente es mayor, aunque la fama también puede llegar a ser un engorro.

Después de estudiar una carrera tan compleja como Medicina, ¿cómo lo dejas todo por la interpretación?
Fue algo casual. Justo cuando terminé de estudiar y estaba preparándome el MIR, empecé a hacer trabajillos de publicidad y, sin proponérmelo, me cogieron para una serie. Cuando se terminó el proyecto, sí que fue el momento de decidir si una cosa u otra. Era joven, lleno de energía, y pensé que siempre tendría tiempo para volver a la Medicina. Ahora sé que ni de coña me veo con fuerzas (risas).

¿Te has arrepentido alguna vez de no coger ese tren, el de la Medicina?
No, nunca. Evidentemente he tenido momentos de parón que no sabes cuándo te va a salir trabajo, pero al final te das cuenta que esto es una carrera de fondo. Hay que tener paciencia y tener claro lo que es importante. Si quieres vivir en un casoplón y te endeudas hasta el cuello, vas a sufrir más cuando vengan las vacas flacas. Yo necesito poco para vivir, y ya lo tengo.

Cuando decidiste apostar por la interpretación, ¿qué te dijo tu familia?
En aquel momento yo ya estaba viviendo con la que luego fue mi mujer y le pareció bien. A mis padres casi les da un patatús, pero claro, me presenté con un sueldo que iba a triplicar el de médico. No tuvieron más remedio que conformarse. Mi padre, hasta hace poco, me seguía diciendo «¿cuándo vas a volver a lo tuyo?».

¿Cómo lidias con esas vacas flacas de las que hablabas antes?
Para mí el trabajo es necesario, pero no imprescindible. Lo más importante es la gente que tengo alrededor, las cosas que me interesan, hacer deporte… Cuando no tengo trabajo, son los pilares que me sustentan.

«Con mi primer sueldo de actor me compré una tele de tubo que pesaba como un muerto»

¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando en esta profesión?
Que sea constante, curioso y que tenga en cuenta que esto es un trabajo de equipo. A veces los actores se suben a la parra y hay que tener en cuenta que si no estás bien iluminado, si el de sonido no capta lo que dices, si das mala vida a tus compañeros… Primero hay que ser profesional y luego ya hacemos Arte.

¿Te acuerdas qué te compraste con tu primer sueldo de actor?
Una tele de tubo que pesaba como un muerto. Lo sé porque hace unos días la tuve que bajar cuatro pisos sin ascensor para llevarla al punto limpio (risas).

Tienes más de 300.000 seguidores en Instagram, un perfil con mucho sentido del humor y donde cuentas también el cuidado de tu padre.
Todo empezó en el confinamiento, cuando me quedé encerrado con él. Tenía tiempo para pensar e inventarme movidas, él se apuntó a todas y a la gente le gustó. Las redes me aportan muchas cosas, también colaboraciones con marcas, no voy a negarlo. Además, es un medio que me permite ser creativo y da visibilidad a la figura del cuidador, que es una tarea bastante complicada.

«La adolescencia es una etapa tremenda porque es muy desconcertante»

Tienes dos hijos adolescentes. ¿Cómo lo sobrellevas?
Es una etapa tremenda porque es muy desconcertante. Eran unos niños muy encarrilados y, de pronto, todo se menea.

¿Lo disfrutas?
Mucho, aunque a veces me sacan de quicio. Es muy interesante ser testigo de ese proceso de búsqueda de uno mismo, muchas veces en oposición a ti. También sufres porque ves cómo van cometiendo errores y tú tienes que dejarles. Es estresante, pero también me resulta gratificante.

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En Instagram se nota que les das mucha libertad en esa búsqueda.
Intento darles más libertad de la que tuve yo. La que yo me hubiera merecido tener en su día, pero tampoco más. Tiene que haber unas normas muy claras. Educar en el miedo no es la forma correcta, pero sí que les pido que tengan sentido común.

¿Y si te dijeran que quieren seguir tus pasos? ¿Te gustaría?
Si es lo que quieren, les diría que por lo menos lo tienen que intentar. Ya no tiene sentido lo del trabajo para toda la vida. Fíjate, es más, pienso que las tareas que implican creatividad van a aguantar mucho mejor el paso del tiempo y la invasión en el mundo laboral de las nuevas tecnologías. Dentro de 20 años no sé si existirán médicos humanos, pero artistas, seguro. También me gustaría inculcarles que todos los caminos son de vuelta, no hay nada fijo en esta vida.

«Como pareja, soy una persona complicada pero es sencillo vivir conmigo»

Llevas cinco años con tu chica, Anna Senan. ¿Cuál es la clave de vuestro éxito como pareja?
¡Muchas cosas! Ella es muy madura para lo joven que es (tiene 26 años) y yo también soy mucho más maduro que hace veinte años. Creo que hay dos claves: el sentido del humor, que lo tiene y mucho, y el respeto que tenemos a la individualidad del otro, aunque estamos todo el día pegados. Anna es una de las mejores personas que me he encontrado y eso es una gran suerte.

A día de hoy, ¿te animarías a aumentar la familia?
Todo puede ser. Yo me encuentro con fuerzas, ella es joven… Depende, pero podría ser, no lo descarto.

¿Cómo eres como pareja?
Yo diría que soy una persona complicada, pero es sencillo vivir conmigo. No doy mucha guerra, pero sí que voy un poco a mi aire.

Estilismo: María Álvarez. Maquillaje y peluquería: Antonio Munares by Alberto Dugarte. Agradecimientos: Vbomadrid. C/ Villanueva, 13, Bajo Derecha, 28001 Madrid. Tel: 913 54 17 51.

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