Tatiana Blatnik ha convertido su Instagram en una especie de semanario en el que, con más o menos esa frecuencia, publica fotos y reflexiones sobre su forma de entender el mundo y su propia vida. A través de sus imágenes y sus posts, la princesa y mujer del príncipe Nicolás de Grecia, describe a una mujer concienciada, a la que le gusta cuidarse realizando ejercicio y practicando yoga, a través de una alimentación sana y equilibrada, que disfruta cocinando, que adora a su perro y a su marido, y que está enamorada de Grecia. Para comprobar esto último, solo es necesario ver sus últimas fotos.
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“Ta Kythira Pote De Tha Ta Vroume” – Greek song that translates to “We will never find Kythira”…Against all odds – we made it:food poisoning, storms & the only ferry to the island – broken …Kythira wasn’t easy to get to -but it was Magical.Feeling truly blessed to call Greece home, to have friends that follow the signs, that enjoy the journey as well as the destination .. for full moon rituals, delicious meals and the land of honey ..Kythira, Katerina – thank you.And Rumi is back in Athens (mission accomplished!) – thank you @theodorakat for taking care of him and bringing us to Kythira ..A reminder to: Live mindfully so you can see & follow the signs ~ the first step to change is awareness.#mindfulmoments #justbreathe #breathe #kythira #greece #reasonsilovegreece #atasteofgreece #rumi #wanderlust #passion #purpose #laugh #nourish #soulfood #kalomina#eagles
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La colombiana se ha escapado a la bella isla griega de Citera, Kythira en griego, en las Islas Jónicas. En este lugar paradisíaco, Blatnik ha navegado, ha paseado y disfrutado de unos increíbles parajes naturales, se ha detenido a contemplar la belleza del mar, ha compartido una cena para dos en un sencillo restaurante, ha podido escribir a la luz de las velas y disfrutar de la luna llena de octubre, del atardecer… Pero no todo ha sido goce en este viaje. Junto a las fotos escribe la princesa una canción griega que se traduce como “nunca encontraremos Kythira” y algo parecido es lo que le ha pasado a ella: “intoxicación alimentaria, tormentas, el único ferry a la isla estropeado… No fue fácil llegar a Kythira pero fue mágico”. Superadas las dificultades, disfrutó de lo que le ofreció la isla y lo agradece con un “recordatorio” para quien la lea: “Viva conscientemente para que pueda ver y seguir las señales -el primer paso para cambiar es la conciencia”.
En las imágenes aparece su perro y otros canes. Agradece a Theodwra Katraki que haya cuidado de Rumi y “traernos a Kythira” sin que haya mención al príncipe Nicolás que, es de suponer, se habría permitido esta escapadajunto a su mujer en su propio país. En Atenas se instalaron en 2013, tres años después de su boda, con la intención de ayudar a superar la profunda crisis económica helena y, además, poder estar cerca de los padres del príncipe, el rey Constantino y la reina Ana María, en su regreso a Grecia. Tatiana cambió Londres y Nueva York y su trabajo como relaciones públicas junto a la diseñadora Diane von Furstenberg por una vida más tranquila al lado del príncipe.
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