- Todos los artículos de la columna ‘La verdad piadosa’ de Jesús Mariñas.
- Las mejores imágenes de la vida de Ana Rosa Quintana.
Ana Rosa está en boca de todos los que nos rendimos a su entereza y en sus últimos reportajes aparece retratada muy animada tras empezar el tratamiento. El cáncer de mama parece que no frenará su vitalidad y ganas de disfrutar y comunicarse. Dispuesta a luchar, muestra un coraje digno de aplauso y en esos reportajes aparece juvenil, con indumentaria llamativa y de buen gusto, radiante y brillante, sin evidencia de sentirse mal, inquieta, intranquila o preocupada. Un ejemplo de entereza.
Ella dice sentirse bien, relajada, decidida a superarlo y no dejarse vencer, olé a su resolución y bravura, su aspecto impecable también en el candelero, siempre son los mismos que se intercambian llenando la actualidad social. Resisten, aguantan y no cansan, algo que tampoco sucede con Ana Rosa. Y lo demuestra apoyada por sus hijos: Álvaro, Juan y Jaime. Vive entregada a su trabajo y productora igual que sus hijos Álvaro, de 35 años, y los gemelos Juan y Jaime, de 17, además de su marido Juan Muñoz, que le sirve de refugio, paz, desahogo y consejo. Ana Rosa no deja de ir a comer con familia y amigos que la divierten mucho. Suponen una válvula de escape. Son Patricia Pardo, Joaquín Prat y Ana Terradillos, que suponen para ella distracción leal, entregada y respetuosa.
Es un ejemplo de mujer empresaria que, pese al esfuerzo laboral, no descuida su casa y familia. Sabe repartirse dándole a cada cual lo suyo equilibradamente. Ahora, y durante un año largo, cuidará su salud, que es lo primordial. Eso supone todo un ejemplo y por eso lo resaltamos o casi magnificamos, porque desgraciadamente no abundan casos así, y si Ana Rosa ya fue única profesionalmente, ahora demuestra que humanamente también está a su altura. Insisto y repito que resulta ejemplar y digna de ser imitada. Todo un carácter que se refleja en sus trabajos tan únicos, singulares, personales y humanos. No dudamos que este gesto valiente será estímulo y ejemplo que sin duda muchos copiarán.
Deseamos que siga con esa fuerza, voluntad y empuje y que dentro de poco el cáncer solo sea un mal recuerdo para su ímpetu y ganas de sobrevivir, algo demostrado al seguir y manteniendo reuniones frecuentes con algunos compañeros cercanos como la interesante Patricia Pardo, el impactante y profesionalísimo Joaquín Prat y la serena Ana Terradillos. La Quintana no puede tener mejores ayudantes. Elegirlos fue otro de sus aciertos.
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