Kiki Morente (Granada, 1989) es uno de los protagonistas del número de noviembre de la revista ELLE. El artista, uno de los nombres con más proyección del flamenco y de la música en español, presenta su segundo disco, ‘El cante’, en el que rinde tributo a la tradición sin renunciar a la experimentación y donde se encuentra con su padre, el maestro Enrique Morente (fallecido en 2010), en uno de los cortes más emocionantes del álbum.
Convertido en uno de los rostros más populares del momento y en uno de los asesores del programa de televisión ‘La voz’, Kiki habla de su proceso creativo, de la excelente relación que mantiene con sus dos hermanas (Estrella y Soleá) y de lo mucho que disfruta acercándose a otros géneros más allá del flamenco. Y, cuando se le pregunta por la fama, se muestra rotundo: sabe evadirse del ruido.
“Me mantengo al margen de la información falsa y me dedico a trabajar, a cuidarme y a ser feliz”, sostiene el andaluz. Sobre su nuevo trabajo, reconoce que no ha querido tirar por el purismo más extremo. “En este disco he escrito yo varios de los temas porque me apetecía expresarme. No quiero etiquetarme: soy un cantaor, defiendo el cante, defiendo mi casa, pero estoy abierto a todo tipo de corrientes”, señala.
De casta le viene al galgo, y Kiki Morente no podría haber nacido en una familia con más talento musical. “A mis hermanas y a mí nos dieron libertad absoluta para elegir, pero es que no puedo vivir sin la música desde que me plantaron una guitarra en las manos de chiquitito”, afirma. “Creo que he acancionado un poco los cantes, he conseguido presentarlos de manera que pueda disfrutarlos también gente que no esté acostumbrada a escuchar del tirón un disco de sólo guitarra y voz”.
Para terminar, también habla del citado homenaje que le hace a su padre en ‘El cante’. “Enrique Morente y yo conectamos como músicos y como padre e hijo. Nos encontramos a través del cante, que era su pasión. Es de las cosas de las que más orgulloso estoy”, sentencia. ¿Quieres leer la entrevista completa? ¡Pincha aquí!
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