Kate Middleton y el príncipe William continúan con su gira por el Caribe representando a la reina Isabel II, un viaje que también es la manera perfecta de presentar a los que algún día serán reyes de Inglaterra. Distendidos, joviales y siempre cómplices, cada paso de los duques de Cambridge está estudiado. Al igual que la maleta que Kate se ha llevado hasta allí. Ayer, la pareja volaba de Belice a Jamaica y Kate demostró su apuesta por la moda sostenible recuperando dos prendas vintage: una chaqueta de Yves Saint Laurent de su época de juventud y un vestido de los años 50 comprado en una tienda vintage.
La duquesa de Cambridge abandonó Belice con un look muy especial en rojo y blanco. Kate combinó unos pantalones de vestir ligeramente acampanados en color blanco con una chaqueta roja de inspiración sahariana, con cuatro bolsillos y cinturón de lazo. La prenda, de la firma Yves Saint Laurent, lejos de ser un estreno, guarda un profundo significado para Kate, pues lleva en su armario desde su época de estudiante.
Un look que Kate acompañó con un bolso blanco de mano de la firma Mulberry y unos salones blancos con detalles dorados de Aquazzura. Con unos pendientes con forma de concha de Anthropologie y una pulsera de Halcyon Days, era la viva imagen de la elegancia.
Pero esta no fue la única prenda vintage que lució Kate. En su primer acto en Jamaica, visitaron el Culture Yard Museum en Trench Town, centrado en la vida y legado de Bob Marley. Una cita para la que Kate apostó por un vestido a todo color, de rayas en tonos coral, turquesa y amarillo, escote cuadrado, cuerpo ajustado y falda de vuelo. El diseño, de silueta años 50, fue adquirido en la tienda de ropa vintage Willow Hilson Vintage, situada en Cheltenham.
Kate quiso apostar también por las firmas locales luciendo un brazalete dorado de la firma Inzzpire365 y estrenó unos zapatos destalonados de tacón cuadrado de Russell & Bromley.
Vestido amarillo: un guiño a la bandera de Jamaica
Estos no fueron los dos únicos looks de Kate a su llegada a la isla caribeña. Como es habitual en ella, quiso tener un gesto con los colores del país, y lució un vestido amarillo de la firma Roksanda. El diseño, de cuerpo entallado y drapeado con un adorno estilo lazo y falda vuelo, ha sido personalizado para la duquesa. En este caso, la firma ha añadido manga corta al vestido para darle un aire más formal.
Kate, con el pelo recogido en una coleta, lució los mismos salones blancos con los que había abandonado Belice y sustituyó el bolso blanco de Mulberry por una cartera de mano en el mismo tono de Ferragamo.
Tres looks con los que la duquesa está poniendo el listón muy alto en cuestiones de moda durante su gira caribeña, apostando por espectaculares vestidos como el rosa metalizado de The Vampire’s Wife pero dando cabida a prendas vintage en una apuesta por la sostenibilidad y haciendo guiños a las firmas y artesanos locales mediante algunas de las joyas y accesorios que ha lucido.
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