- Repasamos el árbol genealógico del clan Pantoja.
- Así fue la relación entre Julián Muñoz e Isabel Pantoja y cómo es su vida en la actualidad.
Isabel Pantoja está desesperada. Podría estar a punto de revivir uno de los episodios más traumáticos su vida: volver a ingresar en una de las celdas de la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, Sevilla. Como te contamos en EXCLUSIVA, en el nuevo número de DIEZ MINUTOS que ya está en tu kiosco, varias han sido las ocasiones en las que la artista ha dado orden, como al último de los despachos de abogados contratado, de intentar pactar con la parte contraria y así evitar la celebración del juicio por la venta de ‘Mi Gitana’, donde vivió junto a Julián Muñoz. Aunque ha sido un fracaso al conocerse la acusación fiscal que existe contra ella.
La última de las tablas de salvación que tenía en sus manos es vender la parte del ático de Fuengirola que aún le pertenece para así obtener liquidez, no ha sido posible hasta el momento, por lo que la desesperación y el tiempo corren en su contra. De este modo, y al fracasar cualquier otro intento para conseguir la suspensión de la vista, en estos últimos días la tonadillera ha alegado problemas de salud. De esta manera pretendía retrasar la celebración del juicio, aportando informes médicos-psicológicos que afirman el estado de depresión que sufre Isabel, algo que ha corroborado su hija en televisión.
Isabel Pantoja, ¿por qué puede ir a la prisión?
La Fiscalía y la Acusación Particular en sus escritos de conclusiones provisionales, solicitan una pena de tres años de prisión para lsabel Pantoja, además del pago de una multa de dieciocho meses a razón de veinte euros al día, lo que haría un total de diez mil ochocientos euros de sanción penal pecuniaria.
El 22 de marzo, si nadie lo remedia, Isabel Pantoja tendrá que hacer de nuevo el temido paseíllo hasta las puertas de la sala del Juzgado de lo Penal nº 5 de Málaga, al que le ha correspondido el enjuiciamiento de los hechos, para ocupar ese banquillo de acusados que tantos quebraderos de cabeza le causó por el ‘caso Malaya’. En esta ocasión, se enfrentará a un juicio penal derivado de la interposición de una querella criminal presentada por la entidad Hormofer, S.L. En un principio por los delitos de alzamiento de bienes, insolvencia punible, estafa y apropiación indebida, imputados a la viuda de Paquirri, y a otras empresas y personas físicas. Aunque, finalmente, y después de la instrucción y declaraciones, parece ser que la viuda de España sólo tendrá que defenderse de su presunta comisión de un delito de insolvencia punible.
El Ministerio Fiscal considera, en su escrito de 25 de septiembre de 2020, que la señora Pantoja Martín es cooperadora necesaria de un delito de insolvencia punible, del que es autor otra entidad. Como tal, le correspondería la misma pena que al autor, en caso de ser condenada.
En el número de DIEZ MINUTOS que ya está en el kiosko, te contamos todos los detalles de este entramado judicial, por el que Isabel podría acabar de nuevo en la cárcel.
Llama a sus abogados
La tonadillera ha intentado exculparse y eludir su responsabilidad, alegando que era su hermano Agustín el que maniobraba con la entidad Panriver 56, S.L. por tener poderes notariales para ello. Pero olvida Isabel que a la fecha de los hechos imputados, Agustín Pantoja no era apoderado de Panriver 56, S.L., y que era ella la administradora única y, por tanto, absoluta responsable de la entidad.
Según ha podido saber DIEZ MINUTOS, la artista está muy nerviosa, porque todas las maniobras relatadas las consideraba perfectamente atadas, sin que tuvieran mayores consecuencias. Por eso no deja de llamar a sus abogados para conocer si hay novedades, preguntando insistentemente si todo esto le hará correr el riesgo de volver a prisión, algo que le preocupa extremadamente. Sobre todo teniendo en cuenta que existen en ciernes otros procedimientos que podrían afectar a las consecuencias de este juicio, como por ejemplo, el instado por Loli, la quiosquera.
Isabel mantiene, a la desesperada, la esperanza de poder reunir la liquidez necesaria y poder realizar la compraventa de la parte del inmueble de Fuengirola del que aún es propietaria. Con ello podría ser posible alcanzar un acuerdo momentos antes de celebrarse esta vista. Siempre y cuando obtenga los algo más de 114.000 euros que, en principio, debe abonar a la entidad querellante.
¿Cómo podría procederse Isabel en este caso?
Pues bien, al permitir la ley que exista una conformidad entre acusado y la petición fiscal, se llegaría a un acuerdo que pasaría, ineludiblemente, por el abono por parte de Isabel de esa cuantía que podría convencer a la Fiscalía de que rebajase la petición de tres a dos años de prisión. Con ello se conseguiría no celebrar juicio y, sobre todo, que la acusada no entrara a cumplir condena en prisión.
Ésta es la angustiosa situación que atraviesa la artista. Sin duda, parece que ese pasado oscuro y sus flecos envenenados no dejan de perseguirla.
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