Cuando la princesa Diana lució su afamado vestido de la venganza (conocido en inglés como revenge dress) era 29 de junio 1994. Lo hizo a propósito de una cena en la Serpentine Gallery, celebrada en el Kensington, justo unas horas después de que el que fuera su marido, el actual rey Carlos, confesara públicamente haberle sido infiel con Camilla Parker. Diana podría haber rechazado acudir a este compromiso oficial, pero en lugar de declinar la invitación, se enfundó en un diseño de Christina Stambolian negro, con cuello barco y corte por encima de las rodillas, y asistió frente a todos los focos luciendo el que sería uno de los vestidos más afamados y reinterpretados del mundo. Y es que muchas han sido las celebrities que se han sumado a la fiebre del revenge dress a lo largo de los años, pero la última famosa en hacerlo ha sido una de las que más están dando de qué hablar hoy en día: Georgina Rodríguez.
La influencer y protagonista del reality Soy Georgina, asistió recientemente a la 76ª edición del Festival de Cannes y cautivó todas las miradas con los dos looks que escogió para esta ocasión. Sin embargo, tras lucir un espectacular diseño dorado de Ali Karoui en la red carpet del evento, el segundo de ellos, el que lució para la gala amfAR, resultó especialmente llamativo por contar con una silueta similar al que la princesa de Gales llevó en aquella espectacular puesta en escena en los años 90. Para esta ocasión festiva Georgina se enfundó en un bonito vestido negro con escote bardot y corpiño ceñido en la pierna de la misma firma, una de las marcas que más se repiten en su armario, especialmente cuando se trata de pisar una alfombra roja.
A pesar de que a primera vista nos recordó de inmediato al que llevó Diana en su día, la apuesta de Georgina presenta varias diferencias. Por un lado, se trata de un diseño repleto de lentejuelas, con tejido red y forro que presenta un largo mayor que el de la princesa de Gales. Además, éste se adapta en una sintonía perfecta al estilo de Georgina y cuenta con una sensual abertura lateral en la zona de la pierna que encaja, a la perfección, con el resto de su vestuario. Ambas, eso sí, decidieron completar su look con unos zapatos de salón negros de tacón fino y alto y, cada una, elevó su conjunto con una gargantilla: Diana lo hizo con una de varias hileras de perlas y un zafiro en el centro; Georgina, en cambio, apostó por un llamativo diseño de Chopard, que llevó con su melena larga peinada hacia atrás y sin pendientes, cediéndole todo el protagonismo.
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