17 nuevos nombres en la lista de los 100 españoles más ricos elaborada por ‘Forbes’. Entre ellos, el de una mujer que acompaña a otros nombres femeninos, como el de Sandra Ortega (a la sombra de su padre, Amancia) y el de Alicia Koplowitz. Nos referimos a la gallega Felipa Jove, que ha entrado merced a los 500 millones de euros que le dejó como legado su padre al fallecer (los mismos que a su hermano, Manuel Ángel, que también se cuela en este ránking).
El fallecimiento de su padre, Manuel, les ha servido para colarse en el puesto 42. Un hombre que tenía similitudes como Amancio. más allá de ser gallego: empezó de la nada, en el taller de carpintería de su padre. De ahí, fue conocido por levantar Fadesa (a los amantes del fútbol les sonorá ver la publicidad estampada en las camisetas de aquel Súper Dépor que hizo frente a los gigantes de Europa con Jabo Irureta en el banquillo), la inmobiliaria que vendió poco antes del pinchazo de la burbuja, en 2007, y tras la que fundó Inveravante.
Es esta última empresa la que dejó a sus hijos. La que gestionan y la que les ha servido para convertirse en fortunas más que relevantes en nuestro país. Pero lo cierto es que hay otro hito en la vida de Felipa queha marcado no solo que la herencia y la responsabilidad de seguir con el legado de su padre recaiga en ella y en su hermano, sino que se lanzara a crear una fundación.
En 2002, María José, la primogénita de los tres hermanos y quien estaba llamada a hacerse con el control del ‘holding’ cuando su padre faltara, fallecía como consecuencia de un derrame cerebral a los 37 años y dejando a dos gemelas pequeñas. Un golpe que marcó a la familia y que llevó a Felipa a levantar una fundación en memoria de esta y dedicada a proyectos sociales y educativos.
«Mi hermana estaba mejor preparada y tenía una actitud más líder que la mía. Lo entendí desde muy niña: María era muy carismática y mi función era ayudarla«, explicó hace tres años en una entrevista concedida a ‘Fuera de Serie’ y en la que hablaba de su labor como presidenta de esa fundación.
Una tarea que compagina con la de responsable del área corporativa e institucional de Inveravante, ostentando 25 cargos en esas empresas que forman el ‘holding’ que les dejó su padre. Y aún le queda algo de tiempo para dedicárselo a esa familia (su marido, Javier, y una hija de 21 años), con quienes trata de disfrutar de su anonimato en A Coruña. Porque no le gusta el foco ni los medios, y tan solo acepta aparecer en las redes sociales para visibilizar la Fundación María José Jove.
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Amante de los animales (de niña soñaba con ser veterinaria), se licenció en Dirección de Empresas, unos estudios que ahora le son de gran utilidad para el desempeño de sus tareas diarias. Además, le encanta mantener su salud a raya gracias al ‘spinning’ y a esos paseos en paz que le brinda la tranquilidad de una ciudad como la capital gallega.
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