Exilio, ruina y una vida trágica con gastos millonarios: quiénes son Constantino y su hijo, Pablo de Grecia, el hermano y el sobrino de la reina Sofía

Un golpe militar, conocido como el Golpe de los Coroneles, en abril de 1967, terminó con el corto reinado de Constantino II de Grecia, hermano de la reina Sofía, tras suceder a su padre, el rey Pablo. Pocos meses después tuvo que partir al exilio. Tenía apenas 27 años y se refugió en Roma, en un palacete llamado Villa Polisenna, a las afueras de la ciudad, donde le recibió con los brazos abiertos Enrich von Thesse, hijo de Mafalda de Saboya, pintor y escenógrafo, relacionado con todos los intelectuales y artistas de la época. Constantino llegó con su esposa, la reina Ana María, princesa de Dinamarca, y sus hijos Alexia, de dos años, y Pablo, de seis meses, además de su hermana Irene y su madre,la reina Federica. Atrás quedaba el palacio en el que toda la familia había vivido durante años y Sofía, Irene y Pablo habían pasado su infancia, Tatoi, y donde hoy están enterrados la Reina Federica y el Rey Pablo.

Constantino huyó sin apenas recursos y se dice que el rey emérito le tuvo que mandar varios trajes. Tras unos largos meses en los que intentó llegar a un acuerdo con el gobierno militar, se instaló con su familia, en un piso en la Via Apia de Roma, donde permanecieron seis años, y donde seguían recibiendo muchas visitas de familiares y amigos. En 1973 se desvanecieron definitivamente las esperanzas de regresar a Atenas, porque los militares declararon la República. La familia decidió instalarse en Dinamarca, en el palacio de Amalienborg, en Copenhague, con la reina Ingrid, madre de la Reina Ana María. En 1974, un referéndum selló definitivamente el destino de la monarquía.

La familia se instaló entonces en Londres, donde nacieron los dos hijos pequeños, Teodora y Phillipos, en el exclusivo barrio de Hampstead. Estuvieron allí 39 años. La Reina Isabel II siempre les brindó su protección. Con los años, Constantino solo pudo volver a Grecia unas horas para el entierro de su madre, la Reina Federica, y fue despojado de sus bienes, de la nacionalidad y del pasaporte. La familia venía muy a menudo a España y pasaba todos los veranos en Mallorca. Constantino siempre tuvo una relación muy cercana con el rey emérito.

El ex rey de Grecia, que hoy tiene ochenta años –la gran celebración ha tenido que posponerse por la pandemia– regresó a Grecia en 2013. Hoy vive retirado en un pequeño pueblo costero del Peloponeso, Porto Heli, tras ser autorizado por el Gobierno griego a regresar de su exilio. Sus cinco hijos y sus nueve nietos, al igual que la reina Sofía y la Princesa Irene, acuden a visitarle todos los veranos.

Su hija mayor, Alexia, de 55 años, gran amiga de la infanta Cristina, con quien compartió apartamento en Barcelona mientras estudiaban, vive en Lanzarote. Su esposo es el arquitecto canario Carlos Morales, y tienen cuatro hijas, Arrieta, de 15 años, Ana María, de 14, Carlos de 12 y Amelia de 10.

Pablo, el segundo y heredero al trono, de 53 años, está casado con la multimillonaria Chantal Miller, una de las tres hijas del fundador de los Duty Free Robert Warren Miller. Es dueño de una compañía de inversiones y estudió el bachillerato con el Rey Felipe VI en Canadá. Son íntimos amigos. El matrimonio vive en Nueva York, tras dejar Londres. Tienen también una extensa familia: Olympia, de 24 años, que ha estudiado moda en La Gran Manzana, frecuenta los círculos “fashion” internacionales y ha ejercido de modelo; Konstantino Alexios, de 22, Aquileas Andreas, de 20, que quiere ser actor, Odysseas Kimon, de 18, y Aristides Stavros, de 14. Marie-Chantal es, además de princesa heredera, una exitosa mujer de negocios. Fundó en Londres hace veinte años, estando embarazada de su tercer hijo, una exclusiva marca de ropa infantil –MCM– y ha escrito varios libros, el último sobre cómo inculcar a los niños las buenas maneras.

Nicolás, de 49 años, es el tercer hijo de los Reyes Constantino y Ana María. Reside en Atenas con su esposa, Tatiana Blatnick, que también ha trabajado en distintas marcas de moda, y con la que celebró una suntuosa boda en la isla de Spetses, hace 10 años, a la que acudieron los Reyes Felipe y Letizia. Desarrollan una intensa vida social y solidaria tanto en Grecia como en el exterior.

Teodora, de 34 años, vive en Los Ángeles, porque quiere ser actriz, y Philippos, el pequeño, de 31 años, reside también en Nueva York. Teodora ha tenido que posponer su boda, prevista para el pasado mes de mayo, con el abogado Mathew Kumar, mientras que Philippos optó por casarse de forma muy discreta, el 12 de diciembre pasado, en la localidad suiza de Saint-Moritz, con solo dos invitados, debido a la pandemia, con Nina Flohr, hija de un acaudalado empresario estadounidense, fundador de una de las empresas de vuelos privados más importante del mundo, en la que trabaja como directora creativa.

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