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Después de su catastrófico reencuentro, Han y Ceylán se dieron cuenta de que no podían estar el uno sin el otro, por lo que decidieron darse una segunda oportunidad. Cuando la fotógrafa estaba a punto de marcharse de la ciudad, Han apareció y le pidió que se quedase a su lado: “Podemos intentarlo de nuevo, sabes que nos lo debemos”. Con una dulce mirada, ambos sellaron su reconciliación.
No obstante, los problemas no tardaron en aparecer. A Han se le hizo muy difícil controlar su desconfianza y sus celos. Ceylán no estaba dispuesta a pasar otra vez por un romance controlador y así se lo hizo saber: “Espero que, de verdad, hayas cambiado. Porque si no, esto terminará antes de empezar”, le dijo la mujer a su ahora ya pareja. Él prometió que no se volvería a meter en sus cosas.
Gülben se da otra oportunidad con Esat
Esta no es la única pareja que volvió a apostar por su relación. Gülben también regresó junto con Esat, luego de no haber podido entregarse a él durante su noche de bodas. El joven, que ama a su ya esposa con locura, prometió hacer lo que fuera para que se sintiera cómoda con él. Tras mucho conversar, el matrimonio tomó la decisión de marcharse a vivir al mismo edificio en el que reside la familia de ella. Tener cerca a sus hermanos le haría bien a Gülben.
Eso si, antes de cambiarse de hogar, debían solucionar un problema. Anil está ahora en el bloque de los Derenoglu y su sintonía con Esat no es muy buena, por lo que Gülben llamó a su hermano y le rogó que hablase con su amigo cuanto antes: “Debes decirle que tiene que buscarse otro sitio donde vivir”.
Quien no estaba pasando por su mejor momento era Safiye. La mujer se arrepintió de haber aceptado la propuesta de Naci cuando él comenta que después de casarse se irían a vivir a la casa que alquilase. “Yo no puedo alejarme de mi familia, tengo que cuidar a mi padre”, dijo ella. Hikmet escuchó a su hija y le pidió que no le pusiera de excusa: “Si tienes miedo de irte lejos de aquí, no te ampares en mí”. Se abrió entonces una importante brecha entre Safiye y Naci. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder y parecía que su compromiso estaba abocado al fracaso.
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