El éxito de las series turcas en España: de Divinity a Nova y el fenómeno de ‘Mujer’

  • Hace tres años que aterrizaron en España y ahora encabezan los ránkings de audiencia por encima incluso de la ficción nacional, pero ¿qué hay detrás de todo este éxito?
  • El fenómeno de ‘Mujer’: el avance semanal de la serie.

    El público se ha rendido ante estos melodramas que han reforzado la economía de un país vigilante con la imagen que ofrece al mundo. Estos son los motivos del éxito de la ficción turca en España:

    De ‘Fatmagül’ a Can Yaman: En enero de 2018, Nova, de Atresmedia, introdujo las series turcas en España con Fatmagül, la más vista en la historia de los canales temáticos; luego vendrían Madre, Hercai… Mediaset comenzó su apuesta en agosto de 2018 a través de Divinity con discretos resultados: Kara Sevda; Suhan, venganza y amor, Pájaro soñador…, y la audiencia conoció a Can Yaman, ídolo de masas. Ahora la pugna entre Antena 3 y Telecinco se vive en prime time; gana la primera con Mujer y Mi hija, esta última con récord de más de tres millones de espectadores, frente a Love is in the Air.

    Los datos de producción y los efectos del boom: Turquía es el segundo exportador de ficción del mundo tras EE.UU; 600 millones de personas ya han visto alguna de sus series. Se ruedan entre 60 y 70 al año, aunque la mitad se cancelan. Cada capítulo cuesta 300.000 euros y, para evitar pérdidas, se graba prácticamente en tiempo real, de 12 a 15 horas diarias de lunes a sábado. El beneficio económico ha crecido de forma espectacular: de 50 millones de dólares en 2001 a 400 millones en 2020. Este boom ha tenido sobre todo gran repercusión en América Latina, donde el número de turistas que visitan Turquía ha crecido un 35 por ciento, y se han abierto embajadas en Perú, Colombia y México.

    Escenarios de ensueño: También enganchan por unos escenarios reales, exóticos
    y diferentes situados en Estambul, Esmirna, Bodrum o Mardin (en la imagen, donde se grabaron las series Sila y Hercai), que sirven de reclamo turístico. Las zonas más humildes se mezclan con espacios modernos. En este circuito aparecen Ildir, el pueblo costero de Fatmagül; la mansión de Ferik Ahmed Afif de Mil y una noches de Estambul o Tarlabasi,
    el barrio de Bahar (Mujer).

    Las estrellas: Can Yaman fue el primero en desatar la locura de los fans tras Pájaro soñador y Dolunay. Pero ya no es el único actor turco con proyección internacional.
    Han continuado Özge Özpiriçci, Bahar en Mujer,una administrativa que saltó a la publicidad; Bugra Gülsoy (en la imagen), Demir en Mi hija, arquitecto y escritor; Hande Erçel, Eda en Love is in the Air, considerada ‘la mujer más bella del mundo’; su compañero, Kerem Bürsin…

    De la sanción a estrellas infantiles

    Escenas en contra del “orden moral”: El Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTÜK), formado por nueve hombres, supervisa, censura y sanciona escenas que atenten contra “el orden ideológico y moral”. Love is in the Air fue multada porque los actores aparecieron en un jacuzzi, algo que “contradice las costumbres y tradiciones de la familia turca”. Los besos no duran más de tres segundos y las bebidas alcohólicas se pixelan. Y Bay Yanlis fue cancelada por “obscena e inmoral”, ya que mostraba mujeres independientes.

    Menores protagonistas: Añaden un punto de ternura al melodrama, e incluso son protagonistas, como Beren Gökyildiz en Mi hija. Con 12 años, llama la atención su expresividad. Ya ha ganado el Golden Butterfly Awards infantil, como Kübra Süzgün, Nisan en Mujer. Esta, con 11 años, ha participado en media docena de títulos y prepara Kimsesizler con Beren. Ali Semi Sefil es el hermano de Nisan. Tenía 4 años cuando grabó Mujer y con 8 ya ha hecho su primera película.

    Desarrollo en plataformas: Hakan, el protector fue el primer título emitido en Netflix; con Çagatay Ulusoy, mezcla suspense con ciencia ficción. Ahora, la plataforma se ha establecido en Estambul a pesar del encontronazo con el gobierno de Erdogan que canceló If Onlypor incluir un personaje gay. Además, el grupo de comunicación Demimören Medya acaba de crear Dramax, plataforma con más de 5.000 horas de ficción, y el productor Ahmet San está creando los estudios Midwood para atraer rodajes internacionales.

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