El Hobbit: Un viaje inesperado fue la primera de las tres películas que sirvieron de precuela de la exitosa trilogía de El Señor de los Anillos, siempre basándose en la obra literaria de J.R.R. Tolkien. Con la ayuda de Fran Walsh, Philippa Boyens y Guillermo del Toro para elaborar el guion, de nuevo sería Peter Jackson el encargado de seguir al frente, como director, de una de las sagas más exitosas de la historia del cine.
Martin Freeman se convirtió en el nuevo protagonista, sustituyendo en esta posición a un Elijah Wood que aparece, de forma prácticamente testimonial, en el filme. En los Oscars, El Hobbit: Un viaje inesperado fue nominado en las categorías de Mejor maquillaje, dirección artística y efectos visuales, pero no consiguió llevarse ninguna estatuilla.
En compañía del mago Gandalf (Ian McKellen) y de trece enanos, el hobbit Bilbo Bolsón (Martin Freeman) emprende un viaje a través del país de los elfos y los bosques de los trolls, desde las mazmorras de los orcos hasta la Montaña Solitaria, donde el dragón Smaug esconde el tesoro de los Enanos. Finalmente, en las profundidades de la Tierra, encuentra el Anillo Único, hipnótico objeto que será posteriormente causa de tantas sangrientas batallas en la Tierra Media.
Un cambio de director
La idea de realizar la adaptación para la pantalla grande viene desde 1995, cuando Peter Jackson y Fran Walsh rodaban The Frighteners. Tras el rotundo éxito de la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos (en 2001, 2002, y 2003 respectivamente), Jackson y Walsh volvieron sobre el proyecto de realizar El hobbit, pero esta vez con el director Guillermo del Toro a la cabeza. Tras la quiebra de los estudios MGM, Del Toro se apartó del proyecto, acreditado únicamente como guionista. Peter Jackson se ocupó entonces de la dirección y puso en marcha la película en 2010, comenzando el rodaje el 21 de marzo de 2011
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