Los límites y códigos que algún día existieron entre la vestimenta femenina y la masculina están cada vez más difusos. Si bien la moda de ellos aún se resiste a probar ciertas fórmulas, la moda pensada para la mujer cada vez toma prestadas más prendas y complementos que alguna vez estuvieron reservados solo para ellos. El gran ejemplo de esta temporada es la corbata. Este complicado accesorio se hizo con algunas de las pasarelas más importantes del mundo, desde París con Dior hasta Milán con Dolce & Gabbana. El traje lleva integrado aún más tiempo y la forma de llevarlo en 2020 no dista tanto de las propuestas de Yves Saint Laurent hace décadas o la forma de llevarlo de Catherine Deneuve. La sastrería se ha convertido en la vestimenta perfecta no solo para jornadas de oficina, sino para eventos nocturnos, looks de invitada y también estilismos casuales.
Este año, tanto el traje y las partes que lo componen, como estampados asociados al mismo como la raya diplomática y los accesorios que lo completan (mocasines, corbatas), se elevan como algunas de las tendencias más importantes de la temporada fría del año. Siempre conscientes del qué se lleva y el cómo, Zara ha lanzado High Tension, una nueva campaña cargada de sastrería, con una estética en clave retro. Esta ambiciosa campaña ha sido fotografiada por Steven Meisel, además de contar con estilismos de Karl Templer.
Esta colección de otoño/Invierno 2020-21, que rinde homenaje al poder femenino, reinterpreta la sastrería tradicional, añadiendo pinceladas y puntadas de actualidad. En ella pueden encontrarse desde los abrigos marineros perfectos, hasta entalladas faldas midi, vestidos de carácter minimalista, los ansiados chalecos o estampados tan recurrentes y elegantes como el de pata de gallo o la raya diplomática.
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