Podría decirse que la familia real de Mónaco es una familia unida a juzgar por la cantidad de veces que han demostrado su apoyo en público. Son muchos los actos que comparten los hermanos y es habitual verlos juntos en multitud de eventos de la agenda oficial y de la extraoficial, como cuando Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco acudieron al primer desfile en el que Pauline Ducruet se estrenaba como diseñadora. Una excelente relación que extiende sus lazos hasta la familia política tal y como pudimos comprobar ayer durante el desfile de Alta Costura de Chanel. Allí coincidieron Alexandra de Hannover y Carole Bouquet, madre de Dimitri Rassam y suegra de Carlota Casiraghi. También este encuentro constató el estilo innato de ambas familias, el de Carole Bouquet ya consagrado y el de la princesa Alexandra recién estrenado.
La mítica actriz que alcanzó la fama en una película de Luis Buñuel en 1977 llevó un conjunto de pantalón palazzo de talle alto en color negro, a juego con una americana cruzada con botones metálicos. Una camisa blanca impecable de puños llamativos y cuello levantado remataban este conjunto tan sobrio y sencillo como elegante y versátil. El cinturón de cadena en color dorado le daba ese punto de contraste femenino y sofisticado a este look de inspiración masculina.
Por su parte Alexandra de Hannover vestía completamente de blanco, con un mono de satén estilo camisero y pantalón amplio y fluido. Un look también marcado por una sobriedad sofisticada que remataba con un cinturón fino también de Chanel, un collar y unos pendientes en oro y brillantes con firma de estrella de Venyx, la firma creada por Eugenie Niarchos, nieta del magnate griego Stavros Niarchos y biznieta de Gloria Guiness.
Alexandra de Hannover ha acudido en esta ocasión sin la compañía de su madre, habitual de los desfiles de París, aunque Carole Bouquet ha sido la mejor sustituta que ha podido encontrar. La icónica actriz y Carolina de Mónaco tienen muchos puntos en común, desde su estilo hasta su gusto por los desfiles, un final trágico con los que fueron los amores de sus vidas o su amistad con el fallecido Karl Lagerfeld. Convertirse en consuegras ha sido el guiño definitivo de un destino que ha ido entrelazando sus caminos desde hace décadas.
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