La expresión del aburrimiento es María Antonieta (interpretada por Kirsten Dunst) en una barca viendo la vida pasar. Ajena a toda responsabilidad –"¿Que el pueblo no tiene pan? ¡Pues que coman brioche!"– , se la tiene por la primera hedonista moderna (porque la primera escuela se remonta a la Grecia clásica) entregada a una vida de placeres entre los que se contaban la repostería y la moda. Sus vestidos y sus sombreros le gustaban casi tan recargados como los pasteles y los merengues. Cualquier recurso para huir el tedio que le proporcionaban las estrecheces morales de la Corte francesa pre-revolucionaria. Mira que lo que estaba por venir…
Injustamente tratada por la Historia (hasta Rousseau salió en su defensa para decir que su famosa cita estaba falsamente atribuida), no debería increparse a una joven "educada" para un matrimonio concertado desde su adolescencia de llegar a Palacio a pasárselo bien. Más cuando su vida estuvo repleta de tramas políticas conspiratorias. Buscó refugio en los pocos elementos sobre los que tenía control: lo que comía y lo que vestía. Tales eran las ocupaciones (y los privilegios) de las reinas consortes de la época. Y puesto que no tenía más que hacer, aquello lo haría a lo grande. Los vestidos y los sombreros (por no hablar de los dulces). Como remedio contra el aburrimiento.
© Ilustración de Mar Lorenzo (Imágenes de Getty, Zara y Faithfull the brand)
Como María Antonieta, la moda en el verano de 2020 se sirve de la misma fórmula para combatir el hastío provocado por la rápida sucesión de tendencias a ritmos vertiginosos que, contra cualquier pronóstico, se detuvo hace unos meses. A falta de desfiles, de inspiradoras imágenes de las prescriptoras de estilo probando material a pie de calle cual cómico de stand up en el escenario, de nuevas propuestas de diseñadores, de nuevos editoriales, de producciones… Y en la medida en que la industria retoma poco a poco su actividad, la moda en el verano de 2020 recurre a la misma solución: vestidos y sombreros. Porque a nadie le amarga un dulce.
Es más, hasta las campañas como Riviera de Faithfull the Brand se dirían impregnadas por la misma estética que cualquier cinta de Sofía Coppola donde predomina la paleta de colores pastel, la iluminación sofocante de los últimos rayos de sol de la tarde en los que casi parece escucharse en el sonido de los grillos y una plácida expresión en el rostro de sus protagonistas. ¿Aburrimiento? No, dolce far niente. Que si algo hemos aprendido en los últimos meses es que parar no está tan mal.
Lo vimos en Mango y en H&M donde incluso el vestido blanco más soso encontraba diversión y atrevimiento en un sombrero de paja. La fórmula Bardot, bautizamos. Y otro tanto ocurre en Zara, que lanza la premisa no hay vestido largo aburrido ni sombrero que no sea tendencia, sobre todo cuando van de la mano.
En H&M →
El vestido lila efecto arrugado + la pamela de paja
© Cortesía de H&M
Vestido lila de fibra ecológica de H&M. COMPRAR
+ Pamela de paja de H&M.
En Zara →
El vestido de flores + el gorro bucket de pescador
© Cortesía de Zara
Vestido estampado de flores de Zara. COMPRAR
+ Gorro bucket amarillo con cordón ajustable de Zara.
Estamos con Zara y H&M: no hay vestido aburrido ni sombrero que no sea tendencia entre estas 10 combinaciones ganadoras.
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