Muere la modelo Stella Tennant a los 50 años: triste adiós a la musa de Karl Lagerfeld y nieta de la duquesa de Devonshire

La modelo Stella Tennant ha fallecido ayer, de forma repentina, a los 50 años. Tennant había sido la imagen oficial de Chanel en los noventa, tras debutar como modelo en 1993 y cautivar la mirada de Karl Lagerfeld, que la convirtió en emblema de la mujer Chanel de la época. Semirretirada de las pasarelas, pero todavía activa en el mundo de la moda, vivía en Escocia junto a su marido, David Lasnet, y sus cuatro hijos, un niño y tres niñas, nacidos entre 1998 y 2005. La familia ha anunciado la muerte en un comunicado, pidiendo respeto e intimidad en estos momentos y recordando a Tennant como "una mujer maravillosa que era una inspiración para todos. La echaremos muchísimo de menos".

Stella Tennant también era nieta de Deborah Mitford, duquesa de Devonshire, la menor y más fascinante de las seis hermanas Mitford, célebres por sus enfrentamientos en la Inglaterra previa al reinado de Isabel II. A Deborah la mayor parte de la fama le venía por las carambolas que la llevaron a lucir el título de duquesa y la mansión que lo acompañaba: Chatsworth, un Downtown Abbey del mundo real con casi 300 estancias salpicadas de obras de Leonardo Da Vinci o Rembrandt, y atendido por 700 servientes. La joya de la finca de los Devonshire, de más de 120 kilómetros cuadrados. Mitford se convirtió pronto en una de las aristócratas más famosas de Inglaterra por su capacidad para gestionar con éxito las tierras del ducado, y su doble pasión por la moda y la vida campestre.

Stella era hija de Lady Emma Cavendish, una de las dos hijas de Deborah Mitford y el duque Anthony Cavendish; y de Tobias William Tennant, hijo a su vez del barón de Glencomer. Criada en un entorno rural y estudiante de bellas artes antes de lanzarse a la moda, Stella heredó las pasiones su abuela Deborah, con quien protagonizó un editorial de moda hace unos años en Vogue Italia. Precisamente la publicación que lanzó a la fama a Tennant en 1993. Con una portada arriesgadísima en la que Tennant lucía un septum nasal y agarraba unas tijeras de podar con gesto sombrío. Esa portada de Steven Meisel hizo que Karl Lagerfeld quedase prendado de su infinita figura estilizada –medía 1,80 m.– hasta el punto de ofrecerle un contrato en exclusiva para ser la imagen de Chanel. Lagerfeld le dedicó colecciones enteras, la convirtió en uno de los iconos de fin de siglo, y siempre mantuvo una estrecha amistad con la modelo, que siempre intentaba estar presente en sus desfiles.

Su presencia también aupó otros desfiles a lo largo de sus dos décadas de presencia en pasarelas: Alexander McQueen, Calvin Klein, Ágatha Ruiz de la Prada o Versace fueron sólo algunos de los diseñadores a los que prestó su figura. Su pedigrí británico (Tennant nació en un pueblecito de Escocia) también la llevó en 2012 a desfilar en la mayor pasarela de la Historia: la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres. Un festival de diseñadores y maniquíes británicos que trataron de deslumbrar al mundo con la potencia de la moda autóctona (en el caso de Tennant, luciendo una creación del también escocés Christopher Kane).

Para entonces, ya estaba semirretirada: en 1998 había sido madre de un niño llamado Marcel por primera vez junto a David Lasnet, con quien se casaría un año más tarde, y junto al que criaría a su familia (aumentada en la siguiente década por sus hijas Cecily, Jasmine e Iris) a en las siguientes dos décadas en los mismos parajes donde se crió: el entorno rural que divide Escocia de Inglaterra.

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