Todos sabemos que hay prendas condenadas a pasar de puntillas por nuestro armario y otras destinadas a quedarse durante muchos años, pasando a formar parte de esa categoría de favoritos que, al vestirlos, nos reconfortan y nos hacen sentir bien. Todos los jerséis y chaquetas de la firma alemana Maiami Berlin pertenecen a esa segunda categoría. Su fundadora es Maike Dietrich y este proyecto es el resultado de su amor por el diseño y la artesanía, de su pasión por tejer.
Su marca es el ejemplo perfecto de slow fashion: cada una de sus piezas respira ese gusto por las cosas bien hechas, de manera artesanal y sin prisas, elaborando prendas en las que el lujo tiene un significado distinto al habitual. El éxito de Maike Dietrich comenzó a muy pequeña escala, tejiendo un jersey que rápidamente enamoró a sus amigos.
Así fue como comenzó a aceptar encargos y decidió presentar una colección completa en Berlín. Su marca había nacido. Y el nombre no es casual: es la unión del nombre de la diseñadora (Maike) y su ciudad favorita (Miami). El contraste entre la cálida ciudad bañada por el sol y el acogedor y grueso tejido que define cada uno de los diseños de Dietrich.
Sus colecciones, modernas y contemporáneas, están pensadas para durar más de una temporada en el armario. Prendas con volumen, lisas o que mezclan colores, hechas en cashmere, mohair o algodón.
Detrás de Maiami Berlin también está el interés de Dietrich por apostar por la longevidad de las prendas, cuidar el medio ambiente y crear piezas que empoderen a las mujeres. Cada jersey y cada chaqueta está hecha por la misma persona, no hay lugar para la producción en cadena: cada suéter está tejido en una sola pieza, por una persona, en un solo lugar.
Con su negocio, Maike Dietrich quiere fortalecer a las comunidades rurales de Europa pero también a aquellas mujeres de Berlín que se han jubilado y quieren seguir sintiéndose útiles, o una tejedora de una fábrica del sur de la Toscana que quiere obtener ingresos extra. Todas ellas forman parte de la comunidad creada por Maiami Berlin, que se asegura de que las condiciones de trabajo sean justas.
Como explican en su web, el impacto de producción de sus prendas sobre el medio ambiente es nulo: «El núcleo de nuestro modelo de negocio es la artesanía tradicional del tejido a mano, posiblemente el método de producción más sostenible posible. No necesitamos máquinas y energía para su producción, lo que significa que no hay emisiones de CO2″.
Cada pieza se teje con fibras naturales que provienen de productores comprometidos con el bienestar de los animales y con estándares de producción éticos y respetuosos con el medio ambiente. Para su empaquetado utilizan papel certificado FSC y sus prendas se muestran colgadas de perchas realizadas con hierba prensada. ¿El consejo de la firma? Evitar el lavado o la limpieza en seco de sus prendas, apostando por el aireado.
Sus jerséis y cárdigans se venden en todo el mundo, desde Alemania a Japón, pasando por España, Francia o Nueva York, y en su tienda online.
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
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