Décadas después de que en los años sesenta, la diseñadora Mary Quant formara parte de la revolución de la moda y se coronara como una de las figuras que rompió con los convencionalismos interpuestos, la minifalda vuelve a romper estereotipos. Alejada de diferencias generacionales, desafiando a los juicios y, viviendo su esplendor, esta pieza vuelve a colarse hasta en los armarios más clásicos demostrando, con fuerza, que su legado es infinito.
Tanto fue el ajetreo que provocó esta prenda en su nacimiento como su visibilidad sobre las colecciones que hemos podido ver en las pasarelas de las Semanas de la Moda. Alberta Ferreti, Alexa Chung, Ganni o Prada son sólo cinco de los muchos nombres que han rescatado la minifalda en las propuestas de sus desfiles reinventando su esencia y adaptándola a las tendencias de estampados y colores reinantes.
Pero tan importante es su silueta como los materiales que la forman. Y si la minifalda se ha asomado por la puerta, el primer paso lo avanza de la mano de la piel. Moschino en la última colección que nos enseñó sobre el metro, la incorporó con gracia en muchos de los estilismos que pudimos ver en ese sorprendente desfile. Y ya incluso desde antes de esta presentación, se la pudimos ver a muchas de las influencers y consultoras de moda más prestigiosas del street-style, que han seguido al milímetro las reglas que firmas como Chanel, Louis Vuitton o Alexander McQueen subieron a la pasarela en, eso sí, todo tipo de prendas.
Pero si además de las propuestas que encontramos sobre las pasarelas, se avanza un paso más al frente se puede exigir también el sello sintético por el que muchas firmas (Stella McCartney, Sandro, Gucci o Hugo Boss, entre otras) están apostando o tienen en mente hacerlo próximamente. De este modo las excusas no existen y por eso también a pie de calle se ha tomado nota de la demanda de las compradoras que, entre la enorme variedad de productos, quieren y exigen comprar los mejores.
Por eso, mostramos algunos ejemplos de las prendas que, además te cautivarte a primera vista por su estética, lo harán también gracias a su ética sostenible. ¿A qué esperas?
Falda recta en polipiel (29,99 euros), de Etam
¡La quiero!
Falda con bolsillos (19,95 euros), de Zara
¡La quiero!
Falda con cinturón (22,95 euros), de Zara
¡Lo quiero!
Falda con abertura (119 euros), de Guess
¡La quiero!
Falda acolchada (35,99 euros), de Sfera
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