Es posible detectar a una mujer bien vestida por las prendas clásicas que construyen su estilismo y/o su armario, por sus alertas en Vestiaire Collective, en cuya lista de deseos habrá un bolso de Celine que ya no se diseña, unas bailarinas bicolor de Chanel y una gabardina de Burberry. Otro síntoma más de buen gusto es la maestría con la que esta misma mujer encaja las microtendencias de temporada en su estilo. Por ejemplo: ¿qué tal abrazar la tendencia de los pantalones Slouchy a través de un estilismo que imple un jersey de cuello vuelto de lana alpaca y un abrigo de paño? ¿Que hay de combinar los viralísimos botines cowboy con una americana de lana y corte masculino? Ambos serían ejercicios estéticos propios de la chica clásica.
Por suerte, esa chica que escucha jazz y enciende velas de Dyptique mientras lee a Jane Austen es musa inesperada de las tendencias de esta temporada. O más bien, de las no tendencias y de las prendas de toda la vida, que vuelven con más fuerza que nunca, aupadas por listas de espera interminables (bien lo saben las que sueñan con un bolso Birkin de Hermès o con unos zapatos sling-back con tacón sensato de Chanel) y con constantes rediseños de los iconos de cada casa.
Camille Charriere en París.© Getty Images
Los mitos nos gustan, o eso dicen los expertos de Lyst.es, que afirman que una de las características que debe atesorar una firma para entrar en el Olimpo de las veinte más deseadas del mundo tiene que contar con un pasado. De hecho, un 65% de las marcas más populares tiene más de cincuenta años, mientras que un 20% ha rebasado los cien. En esa lista de viejas glorias entraría, por ejemplo, Camper, que acaba de relanzar a la venta sus icónicos zapatos 'Pelota', diseñados hace veinte años y revividos en 2019; o Chanel, cuyo nuevo bolso Chanel 19 bebe de la estética elegante y clásica de su sempiterno 2.55.
Quizá el ámbito de la industria donde la historia pesa más es en el terreno de las zapatillas deportivas, donde las marcas de calzado y moda deportiva (Adidas, Nike, Reebok…) capitalizan la tendencia y nutren nuestros zapateros con reediciones de las siluetas de siempre. ¿Quién no cuenta en el zapatero con unas Stan Smith, unas Gazelle o unas Superstar de Adidas? La última zapatilla en enamorar al mundo es la Continental 80, también de Adidas, las más demandadas por las compradoras según los estudios de Lyst.es.
Este viraje melancólico de las tendencias no es ni aislado ni casualidad, sino que entra en contexto con lo que sucede en el resto de industrias culturales. Valga el cine como ejemplo, que lleva llenando las salas de cine con incontables revisitaciones a clásicos que en su día cosecharon éxitos (e ingresos). Luca Guadagnino volvió a contar en 2018 la historia de terror y danza que el director italiano Dario Argento propuso en 1977 con 'Suspiria' y 2019 ha visto un sinfín de remakes ya conocidos, como 'Aladdin' (Guy Ritchie, 2019), 'El rey León' (Jon Favreau, 2019) o 'Dumbo' (Tim Burton, 2019). Para algunos, el fin de la creatividad. Para otros, una excusa para forzar la imaginación y actualizar mitos.
© Cortesía de Adidas
Todos esos datos y evidencias sacamos una conclusión: la moda es nostálgica y las tendencias, inteligentes, porque vuelven siempre al punto original, a lo que siempre ha funcionado y siempre lo hará. En resumidas cuentas, la moda y sus artífices han hablado y dicen que lo de toda la vida ha vuelto para quedarse en nuestros guardarropas. En el armario de la chica clásica no faltarán vaqueros rectos, cárdigans de lana, gabardinas de calidad, bolsos de lujo ni tampoco bailarinas planas. Ella, que este invierno está más de moda que nunca, construirá su armario y renovará sus básicos con estas diez prendas divinas que siempre son tendencia, pero esta temporada mucho más.
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