Señoras bien en la primera fila
Marina Cicogna estuvo en el desfile de Gucci con su pareja, Benedetta -con la que lleva saliendo desde hace años y a la que adoptó por motivos financieros-, y su pomerania, Jay. Que, por cierto, es instagrammer. La condesa es una de nuestras personas favoritas… Y también de Alessandro Michele. La aristócrata iba ataviada con un traje de Gucci azul marino con bordados en las solapas y una camisa de inspiración retro debajo. Como adorno, un broche en el pecho y un abrigo sobre los hombros reafirmando su posición de señora bien. A juego con el último, su bolso y sus zapatos terminaban de cerrar el estilismo de 10. Benedetta, por su parte, iba entera ataviada de negro con prendas de la firma bañadas de detalles con sus colores distintivos: el verde y el rojo. Entre ambas se turnaron a la obediente Jay, que posó junto a ellas frente a las cámaras.
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Federico Fellini al habla
Del desfile de Gucci se pueden decir muchas cosas, y todas buenas. Que arrancase y finalizase con la voz en off del maestro del cine es solo una de ellas. ¡Bravo! Este año es el centenario del nacimiento del aplaudido director y sus palabras resonaron por todo el recinto.
"El cine solía ser eso, una sugestión hipnótica, ritualista; algo religioso. Solíamos salir (…) hacer cola para toda una sucesión de rituales: comprar las entradas, esperar a que se abriera el telón, acompañar al acomodador, contemplas el auditorio medio iluminado, localizar a unos amigos… Luego se atenúan las luces, se enciende la pantalla y comienza la epifanía. El mensaje. Un ritual ancestral, el mismo de siempre, cambiante en forma y modo, pero siempre igual: estás aquí para escuchar".
La forma de presentación de la colección se alejó de la clásica pasarela y fue otro de sus puntos fuertes. Con un escenario giratorio y modelos en bata rodeados de estilistas, el resultado final fueron 61 looks cargados de pompa y volantes que no dejan indiferente a nadie.
¡Ah del palazzo!
¿Se imaginan descubrir la nueva colección de zapatos de Aquazura en un palazzo decorado con frescos del Tiépolo? No solo es posible sino que, además, el propio Edgardo Osorio nos explicó personalmente que se ha inspirado en las chicas Bond. El palazzo Clerici, en pleno centro de Milán entre el Duomo y el castillo de Sforzesco, se ha convertido en todo un escaparate -artístico y de zapatos- en esta espectacular semana de la moda. Detrás del impresionante escenario, una colección llena de plataformas con los colores del arcoíris, botines de brocados y mucho brillo.
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¿Más localizaciones de ensueño?
Brognano presentó su colección en un refectorio. Ha leído bien. En concreto, el de la iglesia de San Barnaba. La colección, inundada de bolsos estilo baguette, conjuntos de cuero monocolor y algunas notas de satén en prendas finas y elegantes.
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¡Viva la amistad!
Pier Paolo Piccioli fue a apoyar a Miuccia Prada cuyo desfile vio, móvil en mano, junto al arquitecto Rem Koolhaas. En Fendi vimos a Sèbastien Jondeau, mano derecha de Karl Lagerfeld rondar y a Luca Guadagnino aplaudir de pie a su amiga Silvia. Y en Moschino, a Alberta Ferretti. Así, sí.
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En la corte del rey Jeremy
¿Pelucas empolvadas? ¿Miriñaques? ¿Casacas brocadas… en 2020? Sí se puede si eres Jeremy Scott. María Antonieta habría aprobado sin duda su desfile para Moschino. La colección pasa por reinventar el estilo de la aristócrata y llevarlo hasta el extremo de las tartas nupciales en algunos de sus diseños. Otros, parecen sacados casi diréctamente de la corte francesa de Luis XVI.
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