Carolina de Mónaco, Caroline de Maigret y Penélope Cruz: las mujeres elegantes del siglo XXI llevan bañador de Eres

La historia del traje de baño comienza cuando las clases altas empiezan a descubrir las bondades terapéuticas de mares y playas, recomendaciones médicas mediante. Corría finales del siglo XIX y principios del XX cuando la mujer acomodada comenzó a acercarse a la costa para obtener los beneficios de bañarse en aguas saladas. Eso sí, cubierta de ropa y sin mostrar más piel de lo que se consideraba apropiado. Poco a poco, los iniciales trajes de lana que apenas permitían el movimiento en el agua comienzan a evolucionar hacia formas más sencillas, con menos tela y tejidos más apropiados para poder nadar. No es hasta los años 30 cuando las formas del bañador comienzan a parecerse a los que utilizamos a día de hoy: por aquel entonces la mujer desenfadada comienza a llevar un traje al que se elimina el pantalón hasta la rodilla por primera vez -llegando el corte hasta la ingle- y cuyo escote comienza a redondearse hacia formas más sensuales.

Hoy, la mujer que escoge llevar un bañador y consigue ser elegante con él, como lo fueron Rita Hayworth o Marilyn Monroe ya en los 40 y los 50, referentes en materia de sensualidad pero también de elegancia, no es una mujer cualquiera. Para la firma Eres, esa mujer la representan iconos como la princesa Carolina de Mónaco, la modelo francesa Caroline de Maigret e incluso nuestra Penélope Cruz.

Marie-Paule Minchelli, la directora de estudio de Eres, ha confesado a Vanity Fair su visión sobre cómo debe ser un bañador, algo que refleja en las creaciones de la firma y la estética en la que merece la pena invertir. “El traje de baño es hoy en día como una prenda de vestir”, asegura Minchelli. Y no le falta razón. Con un rápido vistazo en redes sociales nos damos cuenta de que los bañadores ya no solo se usan en la playa o en la piscina. Combinados con un pareo colocado a modo de falda pueden servir para una comida informal en un chiringuito. Con unas bermudas de lino, para una vuelta en yate de la que salir airosa si es necesario nadar un rato, sin necesidad de ir al baño a cambiarse.

Pero Marie-Paule va mucho más allá y asegura que también pueden utilizarse en la ciudad. Tal vez con una falda midi vaquera o satinada y unas sandalias planas o incluso con un pantalón largo suelto y unas cuñas. Las posibilidades son infinitas con modelos como Marcel y Piero, que refiere la directora de estudio, pues además de ser versátiles son atemporales. “Nuestra fuerza reside en volver a los básicos. La tendencia es privilegiar a los modelos atemporales, que son esenciales tanto en la ropa de baño como en lencería”.

Aún así, la firma también ofrece otros diseños mucho más atrevidos, que se alejan de los básicos sin dejar de ser atemporales. Una prueba de ello es el modelo Ambera, una reminiscencia en sí mismo del que llevó Estefanía de Mónaco para practicar esquí acuático en los 80, en la que se ha convertido en la imagen más viral de la royal en bañador. Es rompedora por el atrevimiento de la prenda, pero también por el deporte de riesgo que practica mientras lo luce con total seguirdad (ambas cosas). Y es que, si Estefanía lo llevó durante su viaje las Islas Mauricio hace más de 30 años, por qué no imitarla ahora.

La actriz española Penélope Cruz lucía un bañador Eres cuando una imagen suya se convirtió en la más viral de todo el verano de 2010. El diseño era lo opuesto al de Estefanía: básico, en color rosa fucsia, con escote de pico y eslabones del mismo tono en uno de los tirantes, que aportaban un aire sofisticado al clásico traje de baño. Una pieza atemporal que concuerda a la perfección con el concepto de sostenibilidad, que en este caso viene de la mano de la elegancia y que no nos sorprendería que lo continuara utilizando 10 años después, durante sus vacaciones en el Algarve portugués.

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La Dolce Vita ?

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“La mujer más elegante que conozco”, elogia un fan con ese contundente comentario en la imagen que la modelo Caroline de Maigret compartió en agosto de 2019. En ella aparece saliendo de las aguas -suponemos- italianas, ataviada con un diseño palabra de honor de Eres y la titula con la frase ‘La dolce vita’, que inmediatamente nos transporta a la costa siciliana, o tal vez a la isla de Capri. El suyo es el modelo Casiopeé Swimsuit y está disponible en plataformas como Net-a-Porter -además de estarlo en la página web de la firma- en colores clásicos como el azul marino o el negro, pero también en otros más atrevidos como el ocre o el rosa frambuesa.

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Approaching summer ♥️

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Si teníamos dudas de la elegancia de la firma de trajes de baño querida por las mujeres que no renuncian a esa cualidad ni en la playa, solo basta con echarle un vistazo a las publicaciones de Eugenia Silva o Nieves Álvarez con trajes de baño con la enseña de Eres. Aunque la máxima expresión de lo que significa la mujer Eres siempre será la princesa Carolina de Mónaco.

Para terminar, la directora de estudio de la firma nos da unas claves para escoger el traje de baño perfecto. “Cuando se compra un traje de baño, es importante estar bien rodeado, estar de buen humor de vacaciones”, explica Marie-Paule, que también destaca que es importante no ir con una idea preconcebida y dejarse aconsejar por las personas que forman parte del equipo de las tiendas Eres, que pueden aconsejar como los expertos que son. Pero su máxima definitiva es sencilla: “¡El traje de baño perfecto es el que te hace sentir especialmente bien!”.

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