Woody Allen no ha ocultado en los últimos años su desprecio hacia Donald Trump, alguien a quien conoce de cerca. El director escogió a finales de los noventa al entonces empresario inmobiliario como estrella invitada en uno de sus filmes, Celebrity, la reflexión sobre la fama que estrenó en 1998. En ella, Trump se interpretaba a sí mismo, como continúa haciendo ahora.
El cineasta neoyorquino dijo en el pasado Festival de San Sebastián que no se arrepiente de que el hoy presidente participara en su película, añadiendo que “ojalá se hubiese quedado ahí, en el mundo del espectáculo, en vez de querer ser presidente”, expresó en septiembre desde su casa de Manhattan, según relató El Confidencial. “No entiendo por qué quiere ser presidente si es un tipo al que le gusta jugar al golf, salir en programas de televisión y concursos de belleza, ver el fútbol americano… No sé por qué dejó esa vida. Era un buen actor, tenía una buena presencia en pantalla”.
https://youtube.com/watch?v=hIGnpwg640c%3Frel%3D0
El director se posicionó a favor de Hillary Clinton en las elecciones que dieron la victoria a Trump en 2016. “No niego que me divierte pero me da igual quién sea el candidato republicano, este es el año de Hillary”, dijo entonces. Falló en su pronóstico, como la gran mayoría de los analistas políticos en aquel momento.
Según las palabras que compartió ayer su hija, parece que este año también se ha llevado otra decepción.
“Mi padre, esta mañana: ‘Estas elecciones han sido una desgracia para Estados Unidos. El hecho de que los resultados estén tan igualados dice muchísimo sobre la gente de este país. Qué vergüenza”, escribe Bechet Allen, hija del director y su mujer Soon-Yi, parafraseando a su progenitor y añadiendo un sticker con el logo de Joe Biden y Kamala Harris, indicando a quién votan en casa.
La joven estudiante de Arte y Cine revelaba así, a través de una Stories de Instagram, la opinión del director sobre uno de los momentos más delicados de la democracia estadounidense, una situación que algunos no han tardado en comparar con Bananas, su sátira de las autocracias. En 2010 él mismo fantaseó con la idea de instaurar una dictadura con Obama: “Sería bueno si pudiera ser un dictador durante algunos años, porque podría hacer un montón de cosas buenas rápidamente”, dijo.
La política, sin embargo, no ocupa un lugar primordial en sus películas frente a sus tribulaciones habituales sobre las relaciones humanas o la muerte. “No encuentro lo suficientemente profunda a la política como para lidiar con ello como artista”, dijo en 2004 una entrevista con Spiegel. “La historia del ser humano está compuesta por el asesinato, solo la cosmética y la decoración cambian”, respondió al ser preguntado por la ausencia de referencias al 11S en su filmografía, siendo él el gran retratista de Manhattan. “En 2001 unos fanáticos mataron a estadounidenses, y ahora los estadounidenses matan a iraquíes. Cuando era niño, los nazis mataban a los judíos. Ahora, los judíos y los palestinos se están matando entre ellos, La política ha sido volátil durante miles de años, y sin sentido, porque todo se repite. Pero como ciudadano voto, por supuesto”. Podemos imaginar por quién se ha inclinado este año.
Fuente: Leer Artículo Completo