\u00bfQu\u00e9 fue de\u2026 Mr. T?

Nacido como Laurence Tureaud en mayo de 1952, este antiguo ‘gorila’ de discoteca de infancia difícil se convirtió en uno de los actores más famosos de la década de los 80. Primero, por el personaje del boxeador Clubber Lang en Rocky III (1982), donde se enfrentó al mismísimo Stallone; y después, gracias a M.A. Baracus, el mecánico y conductor de El equipo A, el grupo formado por cuatro ex integrantes del ejército «encarcelados por un delito que no habían cometido» que arrasó en la pequeña pantalla.

A lo largo de cinco temporadas (1983-1987) y 97 capítulos, interpretó al forzudo de la serie de la NBC. Su peinado y sus collares fueron el sello de identidad de este grandullón de mal carácter con miedo a volar y piques continuos con Murdock (Dwight Schultz) que no tenía rival al volante de la furgoneta GMC.

El actor incorporó parte de su pasado al personaje de la serie. Y es que la colección de joyas que llevaba colgada al cuello era un recuerdo de su época de malote en distintos locales. Según contó en su autobiografía, las primeras que lució pertenecían a clientes que habían sido expulsados de mala manera de la discoteca y las perdían en medio del tumulto. Como a partir de entonces tenían prohibida la entrada, si las querían reclamar no tenían más que pedírselas a Mr. T, que montaba guardia delante de la puerta. Pero muchos no volvían y este adorno acabó convirtiéndose en uno de sus signos de identidad dentro y fuera de la tele.

Tras el éxito de la serie, y en pleno pico de fama, protagonizó numerosas campañas publicitarias y dio el salto a la lucha libre, un deporte que practicó en su época de estudiante. Actuó en el evento inaugural de WrestleMania, sirviendo como socio del equipo de Hulk Hogan y llegó a ver su nombre en el Salón de la Fama de la WWE en 2014.

El actor, que tuvo su propia serie de animación (Mister T) hizo pequeños personajes en numerosas series y películas como T. & T. , donde interpretó a un exboxeador condenado por un homicidio que no había cometido, Sabrina, Espía como puedas, De repente Susan o La disparatada parada de los monstruos, pero no logró tener otro gran éxito.

La vida después del cáncer

Otra de las razones de su declive fue la grave enfermedad que padeció a mediados de los 90. En 1995, Mr. T fue diagnosticado de linfoma de células T, un mazazo que enfrentó como humor: «¿Puedes creerlo?», comentó a la revista Coping with Cancer, «cáncer con mi propio nombre. Cáncer personalizado», bromeó.

La batalla duró hasta 2001 y celebró su recuperación rodando No es otra estúpida película americana. Después, ha ejercitado el músculo de la lengua prestando su voz a series como Pecola, Los Simpson, Johnny Bravo o Lluvia de albóndigas. Todo, sin perder de vista la publicidad.

Su última aparición televisiva fue en 2017 en Dancing with the stars (Bailando con las estrellas), donde ejecutó coreografías que le venían al pelo…

… Pero también otras con las que no tenía tanto que ver. Quizá por eso fue eliminado en la tercera ronda del concurso.

Desde entonces le hemos visto en estrenos o eventos benéficos donde demuestra que, a punto de cumplir 68 años, sigue en plena forma.


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