Tips para no consumir de forma desenfrenada en Navidad

El consumismo en Navidad afecta no solo al bolsillo, también influye en el estado de ánimo y muchas veces genera estrés, ansiedad y sentimientos de culpa. Las fiestas navideñas además incitan al disfrute y muchas veces esto se asocia con un mayor gasto cuando en realidad, siguiendo unas pautas de consumo consciente, ese problema se puede remediar. Te contamos cómo puedes mantener tu bienestar económico y emocional estas navidades controlando los gastos.

Las compras compulsivas y el placer efímero

Las compras descontroladas suelen tener de base una causa emocional, al igual que ocurre con el hambre emocional, compramos para sentirnos mejor de alguna manera, sin embargo esa sensación es efímera y se convierte en la pescadilla que se muerde la cola ya que genera obsesión y compras compulsivas para paladear esos instantes de supuesto placer que se generan al hacer compras.

Según explica la psicóloga Paloma Cabadas “Las compras compulsivas obedecen a enormes vacíos interiores que se compensan derrochando una energía que no se tiene y que, mientras se consume, da esa falsa sensación de euforia que dura muy poco y que acarrea mucha culpa y arrepentimiento después. Las comilonas, los atracones, llenan aparentemente esa insatisfacción, gratificando y compensando la soledad afectiva del que ha tirado un poco la toalla, porque total, ¡qué más da!”

Lo ideal es trazar un plan para que no se descontrole el gasto en estas fechas y no acabar (y empezar) el año con la economía dañada y sensación de culpa. En algunos casos las compras pueden ser tan compulsivas que dan lugar a comportamientos obsesivos que son susceptibles de tratamiento psicológico. “Estas conductas requieren tratamiento profesional para encontrarle origen de ese desarreglo emocional y averiguar cuál es el miedo que origina la ansiedad que le lleva a seguir esas pautas de consumo” afirma Cabadas.

Pautas para controlar los gastos en Navidad

Haz una lista (benditas listas) con lo que necesitas comprar, ya sean regalos, comida o ropa y haz una previsión de fondos para eventos o compromisos sociales como cenas con amigos, familia o tapeo informal navideño. De esta manera tendrás mucho más claro tu plan de economía navideño y, aunque puedan variar un poco tus gastos por imprevistos, no se dispararán.

No salgas a comprar sola si crees que no vas a poder controlar el gasto que hagas, la persona con la que vayas puede ayudarte a ceñirte a tu lista, ya sea de forma consciente porque conozca tu plan o inconsciente por pudor a derrochar delante de ella. ¡Y no compres nada que no puedas devolver! Guarda bien tus tickets.

Normalmente tener el dinero en efectivo te va a hacer ser más consciente del gasto que si tiras indiscriminadamente de tarjeta, así que si tu objetivo es controlar el gasto deberías pagar tus compras en cash.

Tu estado de ánimo también cuenta. Cuando estás triste, con ansiedad, desmoralizada o irritable por la circunstancia que sea, vas a tender a comprar más para sentirte mejor por el pequeño placer efímero del que hablábamos antes. Tenlo en cuenta y si realmente te va a hacer sentir mejor volvemos al punto anterior ¡coge el ticket de compra para poder hacer la devolución!

El truco que más nos gusta para ahorrar es el método japonés Kakebo, así que, si aún no lo conoces, es hora de que te hagas con un cuaderno para apuntar todos tus gastos, tendrás una visión más clara de tu economía y podrás hacer un consumo más consciente para poder empezar el año con buen pie.

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