Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea: "No podemos perder ni una dosis de las vacunas del coronavirus"

EL PASADO 27 DE DICIEMBRE fue un día histórico en la Unión Europea: sus 27 países miembros comenzaban, con grandes dosis de esperanza, la mayor campaña de vacunación de su historia, contra la Covid 19. Detrás de esta estrategia de unidad sin precedentes se encuentra Stella Kyriakides (Nicosia, 1956), comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, que llegó a su puesto pocos antes de que comenzara la pandemia. El arranque a trompicones de las vacunaciones ha desatado críticas, pero la comisaria apela a la calma y a la perspectiva. Las primeras dosis de la vacuna de Moderna han comenzado a llegar, mientras la UE ha anunciado la adquisición de 300 millones más de dosis de la de Pfizer/BioNTech. Y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) está a punto de concluir su evaluación de la desarrollada por Oxford/AstraZeneca. Kyriakides afirma que ni ella ni la UE escatimarán esfuerzos en derrotar al coronavirus, pero que aún queda un largo camino por recorrer.

Debemos escuchar a los científicos y no las teorías de la conspiración. No hay una conspiración malvada».

Mujerhoy. ¿Cómo recuerda el día del inicio de la vacunación?

Stella Kyriakides. Estaba en Chipre, mi país. Fue muy emocionante ver fotos de la vacunación a ciudadanos de toda la UE, se veía el poder de la solidaridad y la colaboración. Soy consciente de que hay muchos retos por delante, pero sentí que el trabajo de los últimos meses había obtenido resultado.

Sin embargo, el ritmo de vacunación, por ejemplo en España, es lento. ¿A qué lo atribuye? ¿Cuáles son los obstáculos?

Esas dificultades no se deben tanto al número de vacunas pedidas como a un cuello de botella en la producción. Estamos trabajando para incrementarla porque queremos avanzar lo más rápido posible. Hay escasez a nivel mundial. Esta es una crisis sanitaria sin precedentes y el esfuerzo de vacunación masiva también lo es. Acaba de empezar y tendremos que superar momentos duros. El descubrimiento de una vacuna no es una fórmula mágica; tenemos que seguir con otras medidas. Conforme el flujo de vacunaciones aumente, podremos controlar la pandemia.

¿No le preocupa entonces la lentitud actual?

Por supuesto que me preocupa. No quiero perder ni un solo día. Cada vacunación es importante. Hay que tener capacidad de producción y estamos estudiando cómo apoyarla. Y todos los estados deben tener sus programas a punto, para vacunar en cuanto reciban las dosis. No podemos desperdiciar ni una sola dosis.

¿Ha habido falta de preparación o planificación?

Hemos trabajado estrechamente con los gobiernos desde octubre y ya veíamos que se enfrentarían a una situación compleja. Por eso lo coordinamos con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. Estamos para ayudar a los estados a que el despliegue de sus estrategias de vacunación sea lo más rápido posible.

¿Qué están haciendo para que ese proceso se acelere?

Depende de las necesidades y los retos de cada estado. Tenemos contacto permanente. Sabíamos que no iba a ser fácil, pero la velocidad se incrementará cada día.

Algunos estados consideran que el envío de vacunas no va a la velocidad que debería.

Sabíamos que tendríamos que movernos muy rápido, pero siempre ha sido una prioridad que los ciudadanos sepan que mantenemos unos niveles de seguridad muy altos, que se hace todo lo posible, que las vacunas aprobadas son efectivas y seguras. Trabajo de manera muy estrecha con el ministro español de Sanidad para informarles de todos los pasos que damos. Ahora tenemos dos vacunas aprobadas y esperamos tener más próximamente.

BioNTech también ha criticado la compra inicial de vacunas que hizo la UE, de 200 millones de dosis.

Financiamos BioNTech antes de junio con 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para apoyar su programa de vacuna y asegurar su capacidad de producción. Era difícil predecir entonces si tendríamos una vacuna y mucho menos cuál tendría éxito.

¿Sigue defendiendo la estrategia de apostar por una cartera de seis vacunas?

Absolutamente. Esa estrategia ha sido la correcta para asegurar el candidato a vacuna más avanzado y prometedor. Nadie podía predecir cuál tendría éxito. Se decidió con todos los jefes de Estado y Gobierno que no lo jugaríamos todo a la misma carta y que debíamos tener todas las opciones posibles. Ya tenemos dos vacunas seguras y eficaces. Y hemos dicho desde el principio que habría retos por superar, sobre todo en el primer trimestre de 2021, hasta que podamos cubrir a un porcentaje significativo de población.

¿La aprobación de la segunda, Moderna, va a cambiar el panorama?

Es muy importante que haya otra vacuna disponible. Nuestra intención es que lleguen más en las próximas semanas.

¿Cuáles son las perspectivas para la de Oxford/AstraZeneca, ya aprobada por el Reino Unido?

La Agencia Europea ya está evaluando su eficacia y seguridad. Era, desde muy pronto, la más prometedora. Por eso es importante en nuestra cartera [300 millones de dosis, con la opción de compra de otros 100].

¿Y la de Johnson & Johnson?

También es muy prometedora. Esperamos tener más noticias de su desarrollo a finales de enero y, según los resultados, solicitarán la autorización condicional de comercialización.

Que el 70% esté vacunado en verano dependerá de cómo avance la capacidad de producción y de la aprobación de otras vacunas».

¿Cree que son razonables los plazos de los que habla el Gobierno español, con un 70% de la población vacunada a finales del verano?

Dependerá mucho de cómo avance la capacidad de producción de las compañías y de la aprobación de las otras vacunas. Si tenemos otras en dos o tres meses, será mucho más rápido. Creo que cambiará la cara de la pandemia en los próximos meses.

¿Cómo se debe abordar la reticencia a la vacunación? ¿Será un problema para que esta campaña sea un éxito?

Las vacunas no salvarán vidas, pero sí las vacunaciones. Entiendo la preocupación de la gente. Es importante que la ciudadanía entienda que la seguridad es prioritaria, no es negociable. Jamás ofreceríamos una vacuna sin tener la seguridad de que va a ser eficaz y segura. Por eso es importante que los procedimientos de la Agencia sean transparentes y fiables. La desinformación alimenta esta reticencia. Solo tendremos inmunización si hay un número suficiente de ciudadanos vacunados. Debemos escuchar a los científicos, no a las teorías de la conspiración en las redes sociales. No hay una conspiración malvada, el virus es real y se está llevando vidas.

¿Cree que son necesarias medidas más duras para frenar la pandemia, como pide la OMS?

A principios de diciembre elaboramos una estrategia para el invierno y dijimos que la vacuna no va a ser un remedio mágico, que debemos continuar con las medidas de protección. Esto no ha cambiado.

Usted apuesta por una Europa más resiliente en políticas de salud. ¿Cómo ayudará la creación de la Unión Europea de la Salud?

Escuché al principio de esta pandemia la misma pregunta de ciudadanos de distintos puntos de Europa: “¿Dónde está la UE en esta crisis?”. Y tenían razón, esperaban más. La pandemia no se queda dentro de las fronteras. Creo firmemente en una Unión Europea de la Salud. Tenemos que reforzar nuestras defensas, aprender la lección. Debemos mejorar nuestra capacidad de anticipar posibles riesgos sanitarios, no solo reaccionar ante ellos: saber dónde están las reservas cuando las necesitemos, la capacidad de emergencia de los sistemas de salud, las medicinas disponibles… Crearemos una autoridad para reforzar todo esto. Debemos tener la capacidad de declarar una situación de emergencia en la UE, para coordinarnos más rápido, aunque trabajemos estrechamente con la OMS.

¿Cómo se podrá agilizar el intercambio de información?

Todas las propuestas están dentro del Tratado, así que no hablamos de alterar competencias, pero queda mucho por hacer: compartir información, el empleo de la inteligencia artificial… Todos se han dado cuenta de que la fortaleza de la UE se basa en trabajar juntos.

Ha vencido al cáncer en tres ocasiones. ¿Eso le ha ayudado a la hora de enfrentarse al reto de la pandemia?

He tenido cáncer de pecho dos veces y un sarcoma. Es algo que ha cambiado mi vida de muchas maneras, por ejemplo, en cuanto a las prioridades. Siempre he visto el vaso medio lleno. Lo más importante es centrarse en el trabajo, entender los retos y abordarlos con eficacia. Sé que no siempre es posible acertar, pero hago todo lo posible. Esta es una crisis muy diferente: ha cambiado nuestras vidas, la forma en la que trabajamos, cómo socializamos… Ha habido grandes pérdidas. Yo hace más de un año que no he podido ver a la mitad de mi familia, que vive en España. También ha afectado a quienes padecen otras enfermedades, y a nuestra salud mental. Es esencial que hagamos todo lo que esté en nuestras manos para superar esta crisis. Sé que saldremos de esta pandemia y tenemos que hacerlo manteniendo a todos a salvo.

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