Los salones y los comedores son ahora, más que nunca, el centro neurálgico de la casa. Y no hace falta comprar un carísimo sofá de diseño para redecorarlo. Pequeños cambios te ayudarán a lograr que el lugar de siempre sea el lugar que quieres.Redecorarlo te resultará muy entretenido además de bueno para tu salud emocional . Sólo hace falta que tengas un plan y, en algunos casos, inviertas una pequeña cantidad de dinero. Pequeña de verdad.
Una buena alternativa es redistribuir los muebles que ya tienes. Porque no es lo mismo pasar una horas después del trabajo y antes de ir a dormir, que compartir ese espacio todo el día. La redistribución de los muebles nos sumerge en un mar de dudas, porque cuesta imaginar un lugar que siempre has visto del mismo modo de otra manera. Pero para ello es necesario un esfuerzo de imaginación y creatividad.
Si vas a cambiar los muebles de lugar, hazte dos preguntas: ¿cómo se aprovechará más la luz natural? ¿cómo parecerá más espacioso? Para responder a la primera, observa el salón, decide el mobiliario en el que pasáis más tiempo y colócalo donde haya más luz. Si ya es de por sí muy luminoso, fíjate en el lugar en el que más tarda en oscurecerse y poténcialo.
En cuanto a lo de hacer que sea más espacioso: juega con los espejos y también con los materiales más livianos. Las mesas de cristal, por ejemplo, parece que ocupen menos espacio. En cambio, los muebles de madera o más robustos es mejor alinearlos a las paredes.
Otra buena idea es cambiar la alfombra para conseguir darle un aire renovado a la estancia. La elección del estampado dependerá del resto de decoración, pero la tendencia en decoración apuesta por los colores vivos y por los motivos desdibujados, como si se hubiera quedado un poco desteñida de tanto lavarla. Los estampados geométricos acaban cansando más, pero son una buena opción para espacios muy estructurados.
Las cortinas son el otro must para transformar un salón sin realmente cambiar mucha cosa. Si el espacio es pequeño, es mejor apostar por las que son más transparentes y livianas. Una tendencia de decoración para los más atrevidos son las de rallas muy coloridas, que este año estaban arrasando. También está muy de moda las que combinan colores: una franja blanca blanco con otra roja, por ejemplo. Estas suelen ser de telas más vaporosas. Los stores son un clásico imperecedero que siempre le da un toque de distinción.
Otra forma de darle un punto diferente a un salón es pintarlo. Pero no hace falta pasarle la brocha a todas las paredes. Se puede conseguir un efecto muy bonito pintando una o dos. La que tengas enfrente del sofá y la de detrás, que son las que más verás tanto cuando entre, como cuando te sientes. Los colores suaves, como el gris topo o el azul celeste combinan con casi todos los estilos.
Por último, la iluminación también será clave. Lo ideal es combinar la luz directa, en los lugares que por las actividades que se llevan a cabo lo requieren con la indirecta, para conseguir una atmósfera acogedora. Para los más atrevidos, la última tendencia son las lámparas de lágrimas.
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