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El correcto desarrollo motriz e intelectual de los bebés es una de las constantes preocupaciones de los padres y madres durante los primeros años de vida. En esta etapa, asaltan con frecuencia las dudas de qué hitos son los normales en el desarrollo de los hijos y cuándo, aproximadamente, deben producirse. Los primeros pasos y empezar a andar son dos aspectos que generan muchas dudas, preocupaciones y consultas con el pediatra, al igual que sucede con cuándo empiezan a hablar los bebés y a decir sus primeras palabras.
¿A qué edad generalmente empiezan a andar los niños?
Hay que tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo madurativo y que no todos logran los mismos hitos o avances exactamente a la misma edad o en el mismo momento de desarrollo. Sin embargo, sí hay unas orientaciones aproximadas para alcanzar hitos determinados que pueden indicar si el desarrollo está dentro de lo esperado o si puede haber algún problema.
“En los casos más tempranos, a los once meses, algunos bebés ya pueden dar sus primeros pasitos, si se agarran a algo, como la pata de una mesa o tu pierna, por ejemplo, pero si tu hijo no camina todavía no te preocupes, es pronto”, explica Lucía Galán, más conocida como Lucía, mi pediatra en su libro El Gran libro de Lucía, mi pediatra. Sin embargo, tal y como explica la experta en el libro “A los 12 meses puede empezar a dar sus primeros pasos solo, sin ayuda, pero no te intranquilices si no lo hace hasta los 16-18 meses, sería normal”. Además, la popular pediatra también añade “Entre los 18-24 meses tu hijo es un auténtico terremoto que corre, salta, brinca, canta y habla sin parar”.
Hay que tener en cuenta que esto es en líneas generales, luego hay que valorar cada caso.
Motivos por los que el niño puede tardar en caminar
Como decíamos, cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y hay niños más precoces o adelantados que otros en su desarrollo. Lo mismo sucede con el empezar a andar: algunos peques empiezan a dar sus primeros pasos muy pronto y otros, sin embargo, tardan más. Vamos a explicar algunas de las razones que pueden hacer que el niño tarde en caminar:
- Ha cogido miedo: es frecuente que, si en sus primeros intentos de andar, el bebé se ha caído y se ha asustado, haya cogido miedo y le cueste atreverse. Es cuestión de paciencia, de animarle a hacerlo, pero sin forzar.
- Por cuestiones genéticas: no es raro que si los padres del bebé también tardaron en comenzar a andar, este reproduzca ese patrón por influencia de los genes.
- Parto prematuro: si el bebé nació prematuro, es frecuente que su desarrollo psicomotor no sea el acorde a su edad cronológica, sino a su edad corregida.
- Bebés tranquilos: si un bebé es muy tranquilo, sosegado y poco intrépido puede tardar más en empezar a andar.
- Gatea muy bien: los bebés que gatean muy bien y se desplazan a todas partes gateando de forma cómoda no sienten interés temprano en ponerse de pie y caminar. Hay que respetar su ritmo e ir poco a poco animándole a ponerse de pie.
- Se desplaza sentado: los bebés que se desplazan mucho sentados, culeteando, tardan más en empezar a andar, ya que no han desarrollado los músculos y el sentido del equilibrio como los que han gateado.
- Su ritmo de desarrollo madurativo es lento: si el bebé es de desarrollo lento en general en todos los hitos, es muy posible que también lo sea para dar los primeros pasos. Hay que observar, tener paciencia y consultar con los expertos en caso de duda.
- Tiene exceso de peso: los bebés que están demasiado gorditos pueden tener más problemas para empezar a andar, ya que su peso les resta agilidad.
- Es un niño poco estimulado: los niños necesitan mucha estimulación por parte de los padres durante los primeros años. Si es un niño al que se le ha hablado poco, se ha jugado poco con él, ha permanecido mucho tiempo quieto en su sillita sin estímulos, etc. es muy posible que tarde más en empezar a andar.
- Por el uso de andador: si el bebé ha utilizado mucho el andador, es frecuente que tarde en empezar a andar. Los expertos advierten de numerosos riesgos de los andadores para bebés, entre los que destacan el peligro de caídas al atascarse en puertas, caídas por escaleras, accidentes al alcanzar objetos peligrosos, quemaduras y otras lesiones, pero también problemas en el desarrollo de la musculatura de las piernas. Tal y como sostienen desde la Asociación Española de Pediatría: “Las estimaciones a partir de la información recogida en la European Injury Database indican que, en los 28 estados de la UE, cada año se producen aproximadamente 580 lesiones relacionadas con andadores en niños de entre 0 y 4 años de edad lo suficientemente graves como para necesitar asistencia sanitaria. Muchos padres creen que los andadores ayudan a los niños a aprender a caminar. Sin embargo, los fisioterapeutas del Reino Unido culpan a los andadores de ocasionar 4000 lesiones anuales y afirman que distorsionan la capacidad de los niños para desarrollar capacidades visuales y para caminar y les impide explorar correctamente su entorno”.
- Bebés sobreprotegidos: proteger al bebé es lo más natural del mundo, pero, a veces, caemos en el error de la sobreprotección y, en lugar de ayudarle, le perjudicamos. Si le trasladamos nuestro propio miedo a que se ponga de pie y camine, le agarramos siempre que va a hacerlo, solo le dejamos hacerlo de la mano para evitar que se caiga, etc. es posible que el peque no se atreva y necesite siempre ayuda para intentarlo, sin querer hacerlo solo.
- Problemas de vista o de oído: los bebés que tienen problemas de visión o problemas de audición pueden tardar más en empezar a andar.
- Problemas en su desarrollo psicomotor: para detectarlas a tiempo y tratarlas correctamente son fundamentales las revisiones del bebé con el pediatra.
Cómo ayudar al bebé a empezar a andar
Como hemos dicho antes, lo más importante y fundamental es respetar su ritmo de desarrollo y no forzar, además de acompañar este proceso con las revisiones al pediatra para que pueda ir valorando su evolución y pueda detectar si hay algún problema. Una vez que se tenga esto claro, hay que saber que existen algunas prácticas o acciones que los padres pueden llevar a cabo para estimular a los niños para que empiecen a andar:
- Estimular al bebé: enseñarle juguetes que no tengan al alcance de su mano para despertar su instinto de desplazarse para alcanzarlo, animarle a que se ponga de pie y cuando lo haga y se quede de pie él solo un poquito, es muy bueno felicitarle y animarle para que lo identifique como positivo.
- Facilitar que tenga a su alcance objetos o muebles seguros a los que pueda agarrarse o con los que sujetarse.
- Acondicionar la casa para quitar objetos peligrosos, impedir el acceso a escaleras, tapar enchufes…hacer que sea más segura para que pueda investigar.
- Favorecer su autonomía: es importante acompañar y ayudar al bebé en este proceso, pero dándole autonomía y permitiendo sus movimientos sin caer en la tentación de sujetarle todo el rato.
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