Seguro que te ha pasado. Dependiendo de la playlist que escuches tu ánimo será uno u otro sobre la cinta de correr. Sin duda no es lo mismo escuchar a Beyoncé que a Ed Sheeran. Tu motivación será distinta. Aunque eso sí, gustos a parte, hay mucha gente que utiliza a Camilo Sesto como mantra a la hora de apuntarse al ‘running’. Y es que,»ya no puedo más, ya no puedo más» tiene una fuerza casi sobrenatural a la hora de quemar calorías sobre la cinta.
Lo cierto es que cada momento de nuestra vida tiene una banda sonora. Si eres de las que se imagina, subida el bus y con los cascos puestos, un videoclip (digno de JLo) entrelazando el paisaje y la letra que suena, sigue leyendo porque lo que te vamos a contar te interesa.
Oficialmente te declaramos una melómana empedernida.
Un estudio publicado por ‘The Journal of the Academy Marketing Science’ analizó hace unos meses la relación que tiene la música y la alimentación que llevamos. Hay canciones que influyen en lo que comemos. Una canción lenta y bajita invita a consumir alimentos saludables, mientras que si es rápida y movida, la elección alimenticia será mucho peor. ¿La razón? En locales de comida rápida siempre hay una música más agitada, lo que hace que el cerebro asocie ambas situaciones.
Por esta regla de tres, la música también influye en el ejercicio que llevamos a cabo. Han sido los científicos quiénes han dado luz verde a este hecho. Según la Brunel University de Londres, cuántos más ‘beats’ tenga una canción, mejor será para realizar ejercicios cardiovasculares.
Además, las personas que escuchan listas animadas cuando hacen deporte, está demostrado que pierden más grasa. mientras que las que no escuchan nada o canciones más suaves no pierden tanta debida a la falta de estímulo.
¿Qué canciones son las preferidas para hacer deporte? Entre las más animadas se encuentran ‘Dancing Queen’ de ABBA o ‘Hips Don´t Lie’ de Shakira.
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