Todo empezó en el año 2016, cuando la mujer de la familia, Kellyanne Conway, tomó las riendas de la dirección de la campaña de Donald Trump, después de haber liderado la de otro candidato republicano hasta verano de ese mismo año, Ted Cruz. Desde entonces, ha sido su asesora y una de las caras más visibles del equipo del magnate en la Casa Blanca, puesto que también actúa como portavoz. Además, es una de las pocas personas que continuaba formando parte del equipo inicial con el que Trump llegó a la presidencia. En pasado, porque Conway acaba de anunciar que se retira de su puesto a finales de este mismo mes y en plena campaña electoral de reelección en favor del presidente.
Las causas de su retirada tienen mucho que ver con su familia, de cuna conservadora, y en la que existen las mismas discrepancias que en muchas familias de la misma índole en Estados Unidos. Su marido y padre de sus cuatro hijos es George Conway, abogado de Washington y republicano conservador cuyo nombre resonó al principio de la era Trump para el Departamento de Justicia. Con el tiempo y tras adoptar una postura contraria al presidente, pasó a formar parte del bando de oposición al magnate dentro del mismo partido. Fundó Lincoln Project en 2019, una plataforma del sector republicano que ha liderado hasta ahora y que tiene como objetivo impedir la reelección del presidente. Trump, lejos de mantenerse indiferente a la postura del marido de su asesora o ignorar los insultos que este le propinaba en forma de artículos incendiarios y tuits, decidió responderle insultándole a través de la misma red social. Mientras que su mujer seguía trabajando para él, llegó a llamarle “marido infernal”. Una respuesta a acusaciones por parte de George en las que, por ejemplo, afirmaba que Trump era “culpable” de no ser apto para el cargo.
Pero quien ha vocalizado de forma más clara su oposición a Trump es la hija de 15 años del matrimonio, Claudia. La joven, que hoy acumula más de 450.000 seguidores en Twitter y casi 800.000 en TikTok, comenzó hace unas semanas a difundir críticas en contra del presidente y del trabajo que hacen sus padres, promoviendo el voto al partido demócrata. Como lección, sus padres la castigaron sin móvil y vetaron las entrevistas con la joven que numerosos medios de comunicación habían solicitado.
En una situación familiar tan intrincada, con un matrimonio enfrentado políticamente de una forma tan activa y cuatro hijos con redes sociales que ven todo lo que sucede en la esfera de sus padres gracias a Internet, los problemas estaban asegurados.
Poco después del castigo volvió a su actividad habitual. Cargó contra su padre, asegurando que lo único que tenía en común con él en cuanto a pensamiento político es el "sentido común" por el que ambos creen que Trump no debe estar en la Casa Blanca. Y también lo hizo contra su madre, aunque sus palabras para ella no fueron tan amables: la acusa de haberle arruinado la vida y se avergüenza de su trabajo, que explica que lleva siendo un infierno para ella y sus hermanos desde siempre y que es egoísta por continuar con él.
Después de la bomba que supuso la difusión de sus intenciones de emanciparse –que explica como reacción a una infancia en la que ha sufrido durante años "abusos y traumas", no al trabajo de su madre– la adolescente llegó incluso a pedir de forma pública que la activista del partido demócrata Alexandria Ocasio-Cortez la adoptara.
Después de la tormenta en internet, tanto Kellyanne como George han alegado que se alejan de sus puestos por “motivos familiares”, algo que nadie pone en duda dados los últimos acontecimientos. “Discrepamos en muchas cosas pero estamos unidos en lo que más nos importa, los niños”, escribía Kellyanne en un comunicado, según informan medios estadounidenses. A partir de ahora habrá “menos drama y más mamá”, la frase que se ha hecho más viral de la hasta ahora consejera de Donald Trump.
El último mensaje de la joven también conlleva una retirada: Claudia deja las redes sociales durante un tiempo, suponemos, para arreglar los problemas familiares. Mientras tanto, el mensaje parece más conciliador, después de pedir a sus seguidores que no odien a sus padres. Un tweet que llega después de celebrar con vídeos de Tik Tok en los que reacciona ante las noticias de la retirada de sus padres de la vida en la política, por ahora, y lo celebra. Las respuestas de sus seguidores han sido mayoritariamente de cariño, instándole a sentarse a hablar con ellos para solucionar los problemas que tienen.
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