‘No hay mal que por bien no venga’ es un refrán que se escucha a menudo cuando las cosas no salen según lo planeado, pero ¿convertir cada cosa negativa en algo positivo realmente nos hace felices? Según los autores del nuevo libro Be More Kid, Nicky Taylor, Mark Taylor y Ed James, la respuesta corta es no.
«No hay duda de que el pensamiento positivo puede hacerte más resiliente a los desafíos y retrocesos de la vida, pero también hay momentos en los que es importante reconocer y aceptar cómo te sientes realmente por dentro», explican. «A veces sentimos que tenemos que ser positivos incluso cuando no lo sentimos. Esto puede deberse al miedo a no gustar o al miedo al rechazo«.
«A menudo, la gente piensa que la felicidad es algo que sentirán un día cuando las circunstancias sean las adecuadas, convirtiéndola en una meta por la que luchar. En lugar de buscar la felicidad, todos deberíamos disfrutar del momento, esto nos permite llevar una vida más pacífica y satisfactoria». A continuación, los tres expertos explican cómo el pensamiento positivo puede tener un impacto negativo y cómo está bien no estar bien.
¿Cómo puede el pensamiento positivo tener un impacto negativo?
Las personas que buscan continuamente lo positivo en cada situación pueden estar evitando sus sentimientos. Esto puede deberse a varias razones, que incluyen: miedo a abrir la caja de emociones de Pandora y perder el control de ella; creer que a la gente ya no le gustarás; creer que la gente no querrá estar cerca de ellos si no son el alma de la fiesta o están en su mejor momento todo el tiempo. Pero negar cómo te sientes puede ser perjudicial para tu salud.
¿Cuándo está bien no estar bien?
Al experimentar desafíos en la vida, es importante creer que algún día mejorará, y así será. Sin embargo, al mismo tiempo, está bien aceptar que ese momento es difícil y no tienes por qué sentir que estás en tu mejor momento. Tómate un respiro durante esos momentos y asegúrate de darte el mismo cuidado que le darías a un amigo en una situación similar. La vida de manera natural tiene altibajos, y estos bajones son inevitables. Sin embargo, si no estar bien se convierte en una forma de vida, debes hacer algo al respecto. Tienes que analizar por qué te sientes de esas manera y tomar las medidas necesarias para ponerle remedio.
Actuar es clave
El pensamiento positivo por sí solo no te dará lo que deseas. Es reconfortante e incluso emocionante crear un tablero de visión o mapa de sueños con lo que te podría deparar el futuro, pero esos sueños tienen que ser solo el punto de partida. Necesitas escoger el camino adecuado para convertir esas visiones en realidad.
Todos tenemos una serie de filtros inconscientes, uno de ellos es si nos centramos en las oportunidades o las obligaciones. Aquellos de nosotros que nos enfocamos en las oportunidades vemos que todo es posible, lo cual es una característica útil. Sin embargo, en algún momento, «podría hacer eso» debe convertirse en «debo hacer eso», de lo contrario, siempre seguirá siendo una posibilidad en lugar de una realidad, y esto puede llevar a la decepción.
¿Funcionan las afirmaciones?
Muchas personas usan afirmaciones para ayudarse a pensar positivamente. Una afirmación es una validación, por lo tanto, si las utilizas en torno a algo en lo que no crees realmente, te pueden causar un conflicto interno. Un estudio realizado por la Dra. Joanne Wood de la Universidad de Waterloo experimentó con la afirmación positiva ‘Soy una persona adorable’.
Aquellos que tenían baja autoestima se sintieron peor después de repetir la afirmación. El estudio concluyó que «repetir declaraciones positivas puede beneficiar a ciertas personas, pero resulta contraproducente para las mismas personas que más las necesitan».
Si el pensamiento positivo no te hace feliz, ¿qué te hace?
Los niños tienden a ver las cosas de manera positiva; no tienen que hacer un esfuerzo para pensar de manera positiva, es algo natural en ellos. Es útil para nosotros comprender qué cambia a medida que nos convertimos en adultos y cómo desaprender esos hábitos inútiles que hemos adoptado.
A medida que crecemos, nos influyen muchos factores externos: el medio ambiente, las familias, los maestros, los amigos, la televisión y, en estos días, las redes sociales. Todos tienen un impacto en nuestros valores adultos y las creencias que tenemos sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
Algunas creencias nos empoderan, mientras que otras tendrán un impacto negativo.
Algunas creencias nos empoderan, mientras que otras tendrán un impacto negativo. La mayoría de las creencias son totalmente inconscientes y ni siquiera te das cuenta de ellas. A menudo, la única forma de identificarlas es fijarse en el resultado final. ¿Estás consiguiendo resultados positivos en tu vida? De lo contrario, vale la pena detenerse y analizar si tienes alguna creencia que te está limitando.
Recuerde, la felicidad a menudo se considera un destino. Algo por lo que luchar. En lugar de esto, aprovecha cada oportunidad para experimentar la satisfacción que te brinda ese momento.
Vía: Red Online
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