Olivia de Borbón y Julián Porras-Figueroa arropan al duque de Sevilla homenajeado en Marbella

Francisco de Paula Enrique de Borbón y Escasany, duque de Sevilla y primo del rey Juan Carlos ha sido homenajeado en Marbella, la ciudad donde está afincado desde hace años. El Ayuntamiento le ha dado su nombre, Duque de Sevilla, a una calle y este sábado la alcaldesa ha descubierto la placa de la vía con su nombre en color azul. El duque se ha convertido en protagonista de un entrañable acto en el que ha estado arropado por su hija Olivia de Borbón, su marido Julián Porras-Figueroa y los hijos de la pareja, Flavia y Fernando. Porras-Figueroa ha dado cuenta del homenaje en su perfil de Instagram en el que aparece, por supuesto, el duque y Olivia de Borbón muy favorecida con un vestido midi de color verde estampado, de manga corta ajustado con un cinturón ancho. Ha compartido su orgullo y felicidad por la concesión de la calle Duque de Sevilla a su “querido suegro”, y ha resaltado el “emotivo discurso” que ha pronunciado Olivia “hacia su padre, destacando sus valores y calidad humana. También, agradeciéndole con sus actos y buen hacer, el buen nombre que a lo largo de su vida ha dejado en muchos lugares del mundo de la Casa Ducal de Sevilla”.

Este año ha sido muy complicado para esta familia. Primero falleció la hermana de Olivia, Cristina. Un mes después, su madre Beatrice von Hardenberg, una de las artífices del lanzamiento de Vogue España. Olivia le ha dedicado esta misma semana un emocionado recuerdo a su hermana Cristina cuando hubiera cumplido 45 años. Este acto es una pequeña satisfacción en este duro 2020 para esta familia. Que sea en Marbella es, además, especial para Olivia y su marido. No solo porque residan en esta localidad malagueña sino porque aquí se conocieron y se casaron hace casi seis años.

Fue Beatrice von Hardenberg, la primera de la familia en llegar a Marbella y se convirtió, junto a Gunilla, en la gran anfitriona de los años 80. Junto a su hijo pequeño Francisco posó para Vanity Fair hace años y rememoraron la Marbella de entonces, “un pueblo pequeño” en el que “nos conocíamos todos” y donde su casa siempre estaba abierta y llena de gente, entre otros, la familia del empresario saudí ya fallecido Adnan Kashogui, Sean Connery o Julio Iglesias de quien la aristócrata alemana se hizo íntima amiga. En esa finca, Juan Gyenes la fotografió un día de verano de 1980. “Elegí uno de mis vestidos hippies y salimos al jardín. Me impresionó su forma de trabajar. Estuvo más de dos horas preparando todo y solo disparó una vez. ¡Solo hizo una foto! Nunca había visto a alguien trabajar tan rápido y con tanta claridad. Se me ve tal y como soy… una mujer libre. Ahora la tengo colgada en el salón de mi casa de Madrid. Es mi favorita porque soy yo: independiente, alegre y despreocupada", explicó a Vanity Fair lo que sintió cuando se hizo la instantánea. Hoy, la familia ha recuperado parte de esa alegría.

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