Luis Suárez, el hermano por el que Leo Messi abandona el Barcelona

La pesadilla de muchos culés, perder a Leo Messi, empezó a hacerse realidad el pasado 14 de agosto. Esa noche, el F.C. Barcelona encajó ocho goles del Bayern de Múnich y quedó descalificado de la Champions League. Ese fin de semana, Messi lo pasó en su casa de Cerdanya con su familia de sangre – la que forma con sus hijos Thiago (7), Mateo (4) y Ciro (1) y su esposa, Antonella Roccuzzo– y su familia "adoptada": la del también barcelonista Luis Suárez y Sofía Balbi y sus pequeños Delfina, Benjamin y Lautaro.

No era un encuentro normal ni era por gusto: las vacaciones ya las habían disfrutado todos juntos a finales de julio y a bordo de un yate con el surcaron las aguas de Ibiza. La reunión era de negocios y para hacer planes de futuro: ver qué podía pasar tras la última derrota del equipo, comentar las últimas noticias relacionadas con la directiva –al frente de la cual está Josep Maria Bertomeu, con quien Messi no ha tenido ninguna sintonía– y estar preparados para la llegada de un entrenador nuevo, el holandés Ronald Koeman.

Una semana después, ese nuevo jefe anunció que no contaba con Suárez en su equipo y siete días más tarde de ese anuncio es Messi quien ha enviado un burofax pidiendo la salida del club al que llegó con 13 años, en el que se ha convertido en el mejor jugador del mundo y al que ha dado un palmarés que incluye 10 títulos de Liga, cuatro Champions League y seis Copas del Rey. ¿Lo ha hecho por Luis Suárez? "No es el único motivo, pero no tengo la menor duda de que la salida de su amigo del alma ha sido el detonante", explica a Vanity Fair una fuente próxima al Barça que conoce de cerca al astro argentino. Según esta persona, desde que se conocieron –cuando Suárez llegó al club en 2014–,hubo una conexión especial y Messi se fía de él absolutamente. "Es como un hermano mayor", cuenta sobre dos jóvenes que, en realidad, tienen la misma edad, aunque a sus 33 años Messi siempre haya aparentado ser más joven y mostrado cierta dependencia del uruguayo.

Más que amigos

Además de la edad, Suárez y Messi tienen otras cosas en común. Por ejemplo, la vinculación, desde niños, al balón: el padre de Leo, Jorge Messi, así como sus dos hermanos mayores, Rodrigo y Matías, jugaron en Argentina en el Newell’s Old Boys y Maxiliamo Suárez; hermano de Luis, compartió club con su hermano, el Urreta F.C. Que fuera una tradición familiar no quiere decir que lo de la pelota fuera algo impuesto para ninguno de los dos: "Se despierta con el fútbol y se acuesta con el fútbol", describió eltío de Suárez, el también ex futbolista Sergio "El Chango", al periodista Luca Caioli, autor de una de las biografías con las que ya cuenta el uruguayo.

Los dos son padres de tres hijos y los dos tienen parejas a las que conocieron en la adolescencia. "Su sentido de la familia es casi de clan", dice esa fuente sobre Messi pero bien podría valer para Suárez y para la relación entre las familias de ambos. Ese sentido de pertenencia lo ha desarrollado el astro con su familia y amigos, no con la tierra en la que se instaló con 13 años, Cataluña y por eso esa persona que lo ha conocido de cerca asegura que "es como si nunca hubiera salido de Argentina". A aumentar esa proximidad con los suyos y la distancia con el resto del mundo ha contribuido su casi reclusión en la casa que tiene en Castelledefels, a 20 minutos en coche de Barcelona. A pocos metros se compró la suya Luis, "Lucho", para los suyos, el futbolista cuyo apodo es "Pistolero" por su acierto disparando goles.

Es otra cosa que tienen en común: su posición en el campo. De ambos se espera que metan goles, y aunque Messi ha destacado por encima de cualquiera de sus compañeros, incluido Luis, su amigo no ha mostrado nunca resquemor. Al contrario, en el club hay quien lo ve como una figura que lo ayuda a ver las cosas claras. Una especie de coacher. Aunque otros creen que lo único que ha reforzado ese apoyo es el carácter a veces caprichoso de Leo Messi: "Es el mejor, pero no lo ha sido como capitán. En ese sentido, ha mostrado poca respondabilidad y a veces un carácter demasiado infantil". Lo que cuenta esa fuente se puede extrapolar a una situación que Messi vivió con Pep Guardiola, quien fuera su entrenador y el hombre con el que el argentino consiguió el grueso de sus logros. Esa anécdota tiene que ver con el día que el entrenador fichó a Zlatan Ibrahimovic, otro delantero. El argentino, al sentir peligrar su protagonismo, le escribió un SMS a Guardiola:"Ya veo que no soy importante…" No añadió nada más, pero esos puntos suspensivos sonaron a amenaza.

Por suerte para él, el sueco no prosperó en el equipo azulgrana, debido en gran parte a su mala relación con Guardiola, algo que de alguna manera, tranquilizó a Messi. No se fue ni hubo nunca una amenaza seria de que fuera a irse, algo que en esta ocasión ha sido irremediable. "Entonces sólo le tocaron el ego, ahora le han tocado a la familia", dice la persona que ha visto como viven y se llevan los Suárez y los Messi y tenía claro que si el club prescindía de Luis, estaría firmando el fin de la era Messi. La decisió puede costarle dinero al futbolista, pero viendo su reacción está claro que está dispuesta a asumirlo. Ya se rumorea que podría tener una oferta del Inter de Milán, opción que se plantea muy probable, sobre todo teniendo en cuenta que Italia podría ser el destino de su "hermano" Luis, cuyos tres hijos van al mismo colegio que los tres de Messi.


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