Susana Gallardo celebra este dos de diciembre su 56 cumpleaños y lo hace con algunos cambios en su vida privada que llevan sucediéndose en los últimos doce meses. La empresaria, heredera de los laboratorios Almirall, termina este 2020 de la mejor manera posible a nivel profesional, ya que hace apenas unos días, el pasado 10 de noviembre, Gallardo se convertía en miembro independiente del consejo de la inmobiliaria franco-neerlandesa Unibail Rodamco Westfield, un puesto que completa su prolífica trayectoria como consejera de CaixaBank, Abertis y Saba, entre otros cargos que ha ocupado a lo largo de estos años.
Precisamente este nombramiento ha hecho saltar las alarmas sobre una posible mudanza de Susana y su segundo marido, el ex Primer Ministro Manuel Valls (58), a Francia. Pese a que él es concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y en la Ciudad Condal han establecido su residencia en la vivienda que ella compró tras su divorcio de Alberto Palatchi en 2016, ubicada a pocos metros de la plaza de Sant Gregori Taumaturg y a algunas calles de la Avenida Diagonal, en octubre saltaba la noticia de que la pareja había adquirido un apartamento en París, donde se han alojado ya en sus últimos viajes a la ciudad de la luz.
En estos últimos meses, algunos medios han hablado del acercamiento de nuevo de Valls a la política francesa y a sus continuas apariciones en los medios galos, y el nombramiento de Gallardo como consejera de la compañía francesa hacen que esos rumores pudieran estar más cerca de hacerse realidad. Además, el político tiene en París a su madre y a sus cuatro hijos (Benjamin, de 29 años, Ugo, de 27, y los mellizos Alicia y Joaquín, de 21 años), fruto de su primer matrimonio con la maestra Nathalie Soulié, a la que había conocido en sus años de universidad.
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Su hija Gabriela ya está en España
Algo más cerca tiene ahora Susana a sus hijos, ya que en verano, su hija mayor, Gabriela, decidía regresar a Madrid tras casi tres años viviendo en Estambul junto a su marido Ediz Elhadef, con el que se casó en el verano de 2016 en la finca familiar de Puigcerdá. En Turquía, Gabriela Palatchi fundó una empresa dedicada a la comida a domicilio y la venta de productos ecológicos y naturales. Poco después abría el primer restaurante gluten free y sugar free y con una ubicación privilegiada a la orilla del Bósforo, y en apenas un par de años se convirtió en la chef más popular de Estambul gracias a Gabfoods.
Tras las vacaciones de verano en Menorca, la joven y su marido comenzaban la mudanza a Madrid donde ha instalado la sede de su empresa y donde además está a la espera a principios de 2021 de la publicación de un libro de cocina titulado Casa que ella misma ha escrito y cuyas fotografías también han sido tomadas por la propia Grabriela.
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Boda familiar a la vista
Esta no ha sido la única gran noticia para Susana en este año. Marta, la segunda hija que tuvo con Alberto Palatchi y que trabaja como project manager en Carolina Herrera, se comprometía a finales de julio con su pareja, Jan Barthe Cuatrecasas, con el que lleva saliendo desde hace cinco años. El joven, que estudió Derecho Internacional Financiero y Mercantil en ESADE y completó su formación con un máster en Derecho Financiero en la Universidad de Paris-Est Créteil (UPEC), trabajó durante más de dos años en el despacho familiar Cuatrecasas.
En marzo de 2019 se convertía en director estratégico del grupo White Summer, creado por su madre Miryam Cuatrecasas y que organiza un festival de verano con el mismo nombre, y en septiembre de este año fundaba Good News Group, una compañía con la que quiere instalar quioscos por toda España donde venden prensa y productos cien por cien sostenibles (ya ha abierto dos en Barcelona).
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Un triste pérdida para Susana
Sin duda, estas dos buenas noticias por parte de sus hijas han devuelto la sonrisa a Susana tras sufrir la pérdida de su madre a finales del mes de marzo. María Teresa Torrededía fallecía a los 84 años como consecuencia de la infección provocada por el coronavirus. “Querida abuela, no tengo palabras para agradecerte lo increíble que has sido con todos tus nietos toda la vida, nos has dado todo. Cada miércoles juntos, las navidades, los paseos por las Ramblas, por el mercado, me enseñaste a coser, a cocinar, a cuidar de los demás”, recordaba con emoción Gabriela a su abuela que vivía en Barcelona. María Teresa estuvo casada desde muy jovencita con Antonio Gallardo y con él tuvo a Susana, Antonio y Ana.
El padre de Susana estuvo al mando del laboratorio Almirall desde 1988, fecha en la que falleció su padre, el fundador de la compañía, Antonio Gallardo Carrera. En 2014 ocupaba el cargo de presidente de honor y cedía la dirección a su hermano Jorge, con el que figura entre los hombres más ricos de España según la lista de Forbes. El año pasado daban paso a la tercera generación y los tres hijos de cada uno de ellos entraban a formar parte del Consejo de Administración.
Relax en Menorca y trabajo entre París y Barcelona
La vida de Susana Gallardo hoy se reparte entre Barcelona, París y Menorca. En la isla balear pasa largas temporadas, sobre todo en verano, y ahí le gusta reunir a toda la familia para las vacaciones y eventos privados. La empresaria posee una impresionante finca en Binidalí, muy cerca del puerto de Mahón, que cuenta con tres viviendas y unos terrenos de casi cien mil metros cuadrados. Además de ser su refugio, la isla vio nacer el amor de Susana y Manuel Valls en el verano de 2018, pocos meses después de que él anunciara su separación de la violinista Anne Gravoin tras doce años de convivencia.
Casi dos años después de su divorcio de Alberto Palatchi a finales de 2016, Gallardo conoció al político en una cena con amigos en Menorca y el 13 de septiembre de 2019 se daban el ‘sí, quiero’ en la casa de Gallardo. Fue una boda que duró tres días y a la que asistieron unos 150 invitados (que debían vestir de blanco) entre los que se encontraban, además de sus progenitores y sus respectivos hijos, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, los condes de Godó, Javier Godó y Marisa Falcó, o José Crehueras y Columna Martí.
Además de París y Menorca, para los Gallardo-Valls Barcelona es su hogar. Ahí residen (por ahora) y, además de asistir a exposiciones de pintura, pasión que los dos comparten, allí es habitual verles disfrutar -cuando se podía- de partidos de fútbol en el Camp Nou (ambos son seguidores del Fútbol Club Barcelona), de paseos por el campo en La Cerdanya, donde Susana tiene una casa en Puigcerdá, y de restaurantes como Il Giardinetto, el Café Turó o La Venta, en las faldas del Tibidabo.
Ahora los viajes a París son más frecuentes para la pareja (a finales de octubre se les vio en una misa funeral por el profesor asesinado al noroeste de la ciudad) por motivos laborales y personales, y solo el tiempo dirá si se mudan definitivamente a la capital gala. De momento, Susana Gallardo, que estudió en la prestigiosa escuela Aula de Barcelona y se licenció en Política y Economía por la Oxford Brookes University, celebra hoy su 56 años con los suyos un poquito más cerca y con planes para afrontar un nuevo año que empezará en menos de un mes.
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