El torero Enrique Ponce cumplió ayer 49 años, atajando los rumores de crisis con Ana Soria, la estudiante de 22 años con la que mantiene una relación desde hace más de seis meses, y que es más joven que su todavía vigente matrimonio de 24 años con Paloma Cuevas. Soria subió a su Instagram un pequeño álbum de cinco momentos de felicidad junto al diestro, y un mensaje de felicitación dirigido a terceros: "Felicidades, mi vida. Sólo me importa que tú sepas lo que te quiero", rubricado con un emoji de corazón. Soria salía así al paso de los rumores de que la relación, que desde hace casi dos meses es de convivencia, atravesaba por un bache. Y, crisis o no crisis, hoy Cuevas ha sido tajante: no hay reconciliación a la vista, ella ha pasado página, y la intención de seguir adelante con el divorcio es "firme", según recogía Hola.
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Sin embargo, separarse es fácil, pero divorciarse de mutuo acuerdo ya es más complicado. Y eso que al principio fueron todo facilidades: ambos recurrieron en el mismo mes de julio en el que se hicieron públicas la separación y la relación de Ponce con Soria al mismo despacho de abogados. Una decisión común para que los abogados ayudasen a resolver un acuerdo de divorcio aceptable para ambas partes y con el interés de las hijas del matrimonio como línea roja. Un acuerdo que sólo ha firmado Paloma Cuevas: desde hace casi tres meses, los papeles siguen si la rúbrica de Ponce, pese a que a ambos les había parecido adecuado en su momento.
No se conocen los motivos de su reticencia a divorciarse. Especialmente considerando que amigos cercanos al diestro habían contado a La Razón que incluso aspiraba a la nulidad eclesiástica (algo complicado teniendo en cuenta la fe que profesa Cuevas, que además ha admitido que la ha ayudado a superar este difícil momento), para poder casarse con Soria cuanto antes: a principios del verano que viene.
Sin embargo, ese limbo de la separación ha atraído todos los rumores. No sólo por las cifras económicas (están casados en gananciales, pero aunque fuese en separación de bienes el nombre de Cuevas aparece junto al de Ponce en empresas con activos por valor de 19 millones de euros), sino por la exposición con la que Ponce y Soria han llevado su relación: la intensidad posadolescente con la que el torero ha aparecido junto a su novia en redes sociales, sumada al impacto social que ha tenido la historia, han llevado a que se examine con lupa cada uno de sus movimientos.
Así se explican los rumores provenientes de un digital taurino (el último párrafo de la última página del último número de Eurotoro, no Mundotoro, como recogen hoy los medios), que durante los últimos días han puesto sobre la mesa una posible crisis sentimental entre Soria y Ponce, y un supuesto amago de reconciliación de éste con Cuevas. Algo que Cuevas ha negado hoy en sus declaraciones y que se publicó justo cuando los dos amantes presentaban "en sociedad" a su nuevo perrete, el beagle Ney.
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