Joseba, el hijo de Karlos Arguiñano que le hace la competencia en TV: panadero, amante de la pelota vasca y de las motos

“Rico, rico y con fundamento”. Es escuchar esas palabras y automáticamente nos viene a la cabeza la imagen de Karlos Arguiñano (72) tras los fogones cocinando platos tradicionales siempre con un punto de modernidad. El cocinero vasco se ha convertido casi en uno más de la familia gracias a su programa diario de cocina en Antena 3 en el que lleva al frente desde 2010, pero que antes ya presentó en otras cadenas (de TVE a Telecinco pasando por ETB) desde su inicio en el mundo de la televisión allá por el año 1990. Pero desde hace ya un par de años, a Arguiñano le ha salido un gran ‘competidor’, su hijo Joseba (35), que ya ha presentado varios programas de cocina en la televisión vasca y que también ha aparecido alguna ocasión junto a su padre en su espacio del mediodía.

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Joseba Arguiñano es el mediano de siete hermanos (Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Amaia y María) y el pequeño de los varones del matrimonio formado por Karlos Arguiñano y Luisi Ameztoy (70). La pareja está casada desde 1974. La familia materna de Joseba es muy conocida en Zarautz y Getaria. Su abuelo, Joxe Kirkilla, era distribuidor de la bebida Schuss, una especie de Fanta muy famosa en los años 50 y 60, y su abuela María Luisa era pescadera (de hecho rompió aguas en la pescadería el día que nació Luisi). La madre de Joseba, Luisi, vendía pescado desde los ocho años y aunque sus padres la mandaron siendo aún una niña a París para que aprendiera francés (y así poder atender en este idioma a los turistas) mientras limpiaba clases en un internado como au pair, desde los 14 años se puso a trabajar acompañando a su padre en el camión para comprar pescado y luego venderlo en la plaza del mercado.

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Ongi etorri!!??‍??

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Amor entre fogones

Luisi y Karlos, que es hijo de un taxista y una modista, se conocieron en un baile cuando él tenía 17 años y estaba estudiando cocina en la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar, en Zarautz, dirigida por el cocinero Luis Irizar. Él insistió durante varias semanas, pero a ella le gustaba otro joven. Finalmente, la insistencia del hoy chef hizo que Luisi aceptara y poco después se enamorara de él. Tras varios años de Karlos trabajando en el campo de golf, el matrimonio pidió ayuda a un buen amigo para poder coger el castillo de Alaia donde hoy cuentan con un hotel-restaurante que es referente de la cocina vasca. La hermana de Luisi, Romero, también tiene un restaurante en el pueblo, el Kirkilla Enea Jatetxea.

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Una vida entre la cocina y las motos

Joseba nació en Zarautz, como sus hermanos, en 1985, y desde niño ha estado entre fogones, aunque reconoce que durante un tiempo soñó con ser piloto de motos, ya que desde siempre le ha interesado el mundo del motor y los karts. Siempre recuerda con gran cariño el caldo casero y las croquetas de su madre, que aún hoy siguen siendo uno de sus platos favoritos. Cuando salía del colegio, le gustaba ayudar en casa y en el negocio con lo que buenamente podía, y los fines de semana echaban una mano con el botillero o preparando pintxos. Cuando llegaban las vacaciones de verano, se ponía a trabajar con sus padres para sacarse un ‘dinerillo’. De hecho, su primera moto se la compró de esta manera.

A Joseba nunca se le dieron demasiado bien los estudios hasta que al terminar la escuela Secundaria decidió seguir la trayectoria de su padre en el mundo de la cocina. Aprendió el oficio en la escuela de Arguiñano, Aiala, y después hizo prácticas en el restaurante Akelarre, de Pedro Subijana, otro grande de la gastronomía vasca del más alto nivel. Joseba comenzó a interesarse por la repostería tras pasar un año trabajando al lado de su tía Eva Arguiñano y pasó por todas las partidas del restaurante de su padre. Luego se formó en Escribá, una de las pastelerías más prestigiosas de Barcelona, y en la francesa Thierry Bamas. Cuando Eva dejó el restaurante de Karlos, Joseba se quedó al mando de la repostería y hoy se ha convertido en su mayor pasión.

Premios Talento Gastro 2018, Mejor Repostero. Mila esker sari honengatik! Pozik eta harro gaude! Muchas gracias por el premio, estamos muy felices! ??? #premiostalentogastro #Donostia #sansebastian #zarautz #jazarautz #josebaarguiñano #pasteleria #gastronomia

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Gran parecido a su padre

Su incursión en el mundo de la televisión le llegó sin esperarlo, aunque de niño había hecho alguna aparición ‘estelar’ junto a ‘su aita’ en algún anuncio de plátano de Canarias o cocinando huevos rellenos junto a él cuando tenía solo nueve años. La figura de su padre es muy conocida a nivel nacional, pero es especialmente querido en el País Vasco. Aunque en un principio le dio cierto reparo empezar bajo la alargada sombra de la gran fama de su padre, poco a poco se ganó el cariño de los espectadores y hoy ya se ha hecho un nombre en el mundo televisivo de su tierra. Él no cuenta chistes en pantalla y prefiere dejarle esa tarea a su padre (y reconoce que es de risa fácil y que los chistes de Karlos le hacen mucha gracia), aunque tiene la misma naturalidad que Arguiñano a la hora de enfrentarse a las cámaras.

Comenzó en Euskal Telebista hace un par de años poniéndose al frente del programa Historias a bocados y después de Escapadas con Joseba Arguiñano, donde recorre los pueblos de Euskadi. También estuvo al frente de Sukaldaria y desde septiembre de este año ha arrancado una nueva aventura como presentador del espacio de cocina con invitados Sukalerrian, en ETB, donde compite en horario con su padre. En 2018, recibió el premio Talento Gastro en el apartado de repostería.

Kaixo! Donostiako Boulevarrean gaude zuen zai Gipuzkoako Pastelaren Azokan! Aquí estamos en el Boulevard Donostiarra esperándoos en la Feria Gipuzcoana del pastel ☺️???? #zarautz #donostia #jazarautz #boulevard #gipuzkoakopastelarenazoka

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Los bombones más famosos de Zarautz

En 2013, Joseba abría en la calle Mayor de Zarautz una bombonería que se ha convertido en punto de referencia de la zona. Además, en la misma localidad cuenta con un obrador de pan que surte a los negocios de restauración de la zona y con todo un surtido de pasteles exquisitos hechos con las mejores materias primas y de un modo artesanal perfectos para los más golosos. Por supuesto, el propio Joseba se declara fanático del dulce desde que era niño. Se vuelve loco por unas milhojas, una tarta de queso bien horneada o unas deliciosas manzanas asadas al horno. Para él, el postre más simple es el mejor que hay.

Egunon!! Txotx denboraldia hasteko ekipo mundiala, Mila esker @sidreriazelaia! ??? ¡Equipazo para darle comienzo a la temporada de txotx! @jazarautz #hilarioarbelaitz @martinberasategui #ramonroteta @robinfood @karlos_arguinano @arzakrestaurant #txotx #zelaia #sagardotegia

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Sus hijos, el golf y la pesca

Joseba ha asegurado en varias entrevistas que mucho tendrían que cambiar las cosas para él para que abandonara Zarautz. Y es que en la preciosa localidad guipuzcoana vive todo el clan Arguiñano y son una familia tremendamente unida. Además, Joseba vive ahí con su pareja, Natali Fuentes, y sus dos hijos, Manex, de 6 años, y Kaia, de 2, con los que le encanta compartir los fines de semana en la playa cuando el tiempo lo permite. Una de las grandes pasiones del cocinero es el mar y tiene un pequeño barquito en Getaria, a unos diez minutos en coche de Zarautz, con el que suele salir a pescar, afición que tiene desde que era un niño.

En verano disfruta practicando surf en las playas donostiarras y también en la costa francesa, y adora dar largos paseos por el monte en plena naturaleza. Aunque durante muchos años tanto él como sus hermanos practicaron pelota vasca, con los años lo ha ido dejando para convertirse solo en espectador de la disciplina de su tierra. Ahora prefiere el golf, deporte que hace con su familia, incluida su madre, y del que es fanática toda la familia a excepción de su padre.

Nuestro Txakolí K5 ha conseguido la calificación de Gran Oro 2019 en el Concurso Nacional de Vinos de Pequeñas D.O.’s ????‍? @bodegak5

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Un negocio familiar cien por cien

Karlos Arguiñano puede presumir de que todos sus hijos trabajan de una u otra manera en el negocio familiar que él y su mujer montaron en julio de 1979. Primero fue un pequeño restaurante en Zarautz y en 1990 lo ampliaban con la apertura de un hotel que lleva las iniciales del cocinero vasco, KA. Los dos pisos superiores del maravilloso castillo de piedra arenisca situado sobre el mar están dedicados al restaurante y el hotel cuenta con 12 habitaciones con unas vistas privilegiadas a la playa de Zarautz.

Con el éxito televisivo y sus hijos ya adultos, Arguiñano comenzó poco a poco a delegar la gestión del negocio en sus hijos y hoy todos forman parte de él. Eneko, el mayor de los hijos de Karlos y Luisi, es el maître y se encuentra a la cabeza del comedor. El segundo de los hermanos, Zigor, lidera la cocina como chef y cuenta con la inestimable ayuda de María, hija adoptiva del matrimonio, que se encarga de la repostería. Martín, es responsable de la cafetería y en el obrador está el propio Joseba, el pequeño de los varones.

Además, la pequeña de los hermanos, Amaia, que no ha seguido los pasos de su padre en la cocina pero de la que Joseba asegura que no se le da nada mal estar entre fogones, estudió ingeniería mecánica e industrial, y trabajó años en el mundo del motor en la parte técnica de telemetría del equipo de motos de su padre. “Mi padre dice en broma que soy la única de sus hijos que sabe leer. Es que mis otros hermanos no han hecho ninguna carrera porque les ha gustado más lo de casa, salvo uno de ellos", contaba la joven en El Diario Vasco. Desde hace un par de años se encarga de la bodega familiar donde comercializan Txacolí, también parte importante del hotel-restaurante. El único que no se dedica a la cocina es entonces Karlos, que trabaja en el mundo del cine detrás de las cámaras.

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