Cuando comenzaron a hacerse públicos los casos de acoso en la industria del cine era difícil imaginar que, esta vez sí, estábamos solo ante la punta del iceberg. Desde que a finales de 2017 estallaran las acusaciones contra Harvey Weinstein y la actriz Alyssa Milano animara a sus compañeras a denunciar los casos de abuso sexual en Hollywood bajo el hashtag #MeToo, han sido muchas las intérpretes que han roto su silencio para destapar que Los Ángeles no es ese lugar soñado donde, con esfuerzo, los sueños se cumplen.
La última actriz en hablar del productor ha sido Jennifer Aniston. En una entrevista para la revista Variety, Aniston ha confesado que Harvey Weinstein también intentó intimidarla. La actriz tuvo que compartir tiempo con él cuando trabajó en el film Sin control, del que él era productor: «Tuve que ir a la cena de estreno. Recuerdo que estaba sentada en la mesa con Clive, y nuestros productores y un amigo mío estaban sentados conmigo. Harvey literalmente se acercó a la mesa y le dijo a mi amigo: ‘¡Levántate!’ Y yo le dije: ‘Oh, Dios mío’. Entonces mi amigo se levantó y se movió y Harvey se sentó», ha explicado Aniston.
A la pregunta de si él había tratado de intimidarla alguna vez, la actriz contestó que «recuerdo que, justo cuando [su ex esposa] Georgina Chapman comenzaba con Marchesa, vino a visitarme a Londres mientras estábamos filmando. Él me dijo: ‘Me gustaría que usaras uno de sus vestidos para el estreno’. Miré sus diseños pero en ese momento no era lo que es hoy. No era para mi’. Me dijo: ‘Tienes que ponerte el vestido’. Ese fue mi único acoso. Y yo dije: ‘No, no usaré el vestido’. ¿Qué iba a hacer? ¿Venir aquí y obligarme a que me lo pusiera?».
La actriz señala en la misma entrevista que el movimiento #MeToo ha supuesto un cambio en Hollywood pero cree que aún queda mucho por hacer.
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