Guia para leer emociones en rostros con mascarilla

Hace unas semanas, un gesto del personal médico del Scripps Mercy Hospital de San Diego (EE. UU.) conmovió al mundo: cada sanitario llevaba pegada en su traje de protección una foto suya, sonriente, para que los enfermos de coronavirus que atendían supieran que, debajo de todo aquello, había una persona real que se preocupaba por ellos.

Las mascarillas no son una barrera visual de la envergadura de un equipo médico de protección, pero también dificultan esa parte tan importante de la comunicación que no se transmite en palabras y se convierten en una medida (simbólica) de distanciamiento social. Sin sonrisas ni muecas, ¿cómo podremos interpretar correctamente el lenguaje no verbal, la parte más emocional de nuestra comunicación?

La ciencia asegura que se nos da mal leer las expresiones faciales cuando solo podemos ver la mitad de las caras (los ordenadores distinguen mejor, en estos casos, una sonrisa resignada de una alegre) y que los elementos que juzgamos en una primera impresión están cambiando por la proliferación de mascarillas: por ejemplo, las personas con rasgos femeninos nos parecen más de fiar y las cejas bajas nos imponen respeto.

También estamos aprendiendo a leer más las miradas, y a enfatizar la entonación emocional de nuestras palabras (sarcasmo, ternura, irritación). Las firmas de moda y maquillaje ya han emprendido su propia campaña al respecto, con mascarillas con mensaje o líneas de cosmética más centradas en las miradas que permitirán que nuestro rostro ‘hable’ mejor. Nosotros contribuimos a los nuevos estándares de la comunicación verbal con esta pequeña guía que te ayudará a leer emociones en rostros enmascarados:

Miedo: las cejas se levantan, los ojos se agrandan y dejan ver más blanco en la parte superior.

Sorpresa: las cejas también se alzan, pero en forma de ‘u’ (el miedo las hace trazar una línea recta) y la microexpresión se mantiene más en el tiempo.

Tristeza: las cejas se fruncen y los párpados se inclinan hacia abajo.

Alegría: es la expresión más fácil (y satisfactoria) de identificar con mascarilla. La clave son esas arruguitas bajo los ojos.

Enfado: si detectas líneas verticales en el entrecejo de alguien. ¡Cuidado! Le estás haciendo enfadar. Puede que también notes que los párpados se aprietan

Asco: la clave de esta emoción está en la nariz, que fruncimos cuando algo nos repugna. Las arrugas que esta microexpresión provoca se ven en la parte alta de la nariz, no cubierta por la mascarilla.

Fuente: Leer Artículo Completo