Fallece a los 86 años Iris Love, la arqueóloga aristócrata que ‘descubrió’ a Afrodita

Iris Love fue un imán para la prensa en todos los sentidos. Su procedencia aristocrática la hacía atractiva para el papel cuché y sus descubrimientos arqueológicos para la prensa más seria y las revistas académicas. Love falleció a los 86 a causa de coronavirus, el pasado 17 de abril en Manhattan.

Nacida en el seno de una de las familias más acaudaladas de Estados Unidos, su mayor reconocimiento a nivel arqueológico le llevó a descubrir el templo a Afrodita de la ciudad de Cnido de la antigua Grecia, que hoy pertenece a Turquía. El templo es famoso por albergar la estatua de la diosa, de la que Iris Love encontró la base de mármol y algunos fragmentos. Lo hizo un día de verano de 1969 y la noticia atrajo a la prensa de todo el mundo e incluso a celebridades como Mick Jagger y Bianca Jagger. Un hecho que supuso una fuente de críticas hacia la arqueóloga, acusada de haber convertido la excavación en un lugar de exclusivo retiro vacacional.

Rica y culta

El dinero nunca fue un problema para Iris Love. Nació el 1 de agosto de 1933 en Nueva York, fruto del matrimonio entre Cornelius Love y Audrey Josephtal. Su madre era la tatara nieta de Meyer Guggenheim, el patriarca de la familia con el mismo nombre que se convirtió en una de las más ricas de Estados Unidos de los siglos XIX y XX. Mientras que su padre era banquero y diplomático, y ambos compartían la pasión por el coleccionismo y por el arte que le transmitieron a su hija.

El reconocimiento que alcanzó a nivel académico no tiene nada que ver con su presencia en los círculos de la alta sociedad. Desde sus primeros años en la Universidad de Nueva York como estudiante de Bellas Artes, Love demostró que el suyo era un talento innato. Poco después de graduarse, acaparó titulares tras identificar, de forma asombrosa, varias piezas falsas de una colección etrusca del MET que hasta entonces se habían dado por buenas. También lo hizo en una visita al Museo Británico, al identificar una cabeza de mármol desmoronada en su sótano, como un remanente de la estatua perdida de la Afrodita de Praxíteles.

Menospreciada por ser mujer

Pasó años investigando sobre Cnidos y dirigiendo la excavación de manera sobresaliente. Aún así, las críticas no dejaban de agolparse sobre ella. Mientras que el personal que trabajaba con ella la idolatraba, otros ‘colegas’ de profesión no aceptaban el éxito de una mujer. Se centraban en su falta de titulación y la menospreciaban por no estar doctorada, a pesar de haber escrito gran parte de su tesis. Ella prefirió dejarlo, para no perder el tiempo con otros estudios más importantes. De ahí fue de donde le llegaron los apodos como ‘Indiana Jones en minifalda’, referidos a Iris u otros referidos al grupo de arqueólogas con las que trabajaba, como ‘amazonas’ o incluso ‘hermosas chicas en bikini’, como ha recordado hoy por boca de sus amigos el New York Times.

Love compaginaba su pasión por la arqueología con su vida sentimental y su pasión por los perros. Su vida sentimental giró en torno a la columnista de cotilleros Liz Smith, con la que tuvo un largo romance y quien la describe en sus memorias como “una científica vestida de Givenchy y con un nombre de estrella de cine”.

Ambas tenían una pasión común: los perros. Iris empezó a interesarse por la cría de estos animales y todos los años organizaban una exclusiva fiesta en Manhattan en honor a ellos, con más de 500 invitados vip. Pero Love pasaba largas temporadas en Italia, atraída por la baronesa Brice Bichetto, además de por la cría de perros. Su relación con Smith, a quien le costóa ños reconocerla, se terminó rompiendo, pero nunca dejaron de ser amigas.

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